
Publicado en julio 26, 2025, última actualización en agosto 10, 2025.
La resurrección de la hija de Jairo constituye uno de los milagros más extraordinarios y conmovedores registrados en los evangelios, representando una demostración sublime del poder de Jesucristo sobre la muerte misma.
Este prodigio no solo revela la autoridad divina de Jesús sobre la vida y la muerte, sino que también ilustra vívidamente cómo la fe puede triunfar incluso en los momentos más desesperantes de la existencia humana.
La importancia de este milagro dentro del ministerio de Jesús es fundamental, ya que constituye una de las tres resurrecciones registradas en los evangelios, junto con la del hijo de la viuda de Naín y la de Lázaro. Este evento prefigura la propia resurrección de Cristo y establece su autoridad como «la resurrección y la vida» (Juan 11:25).
El relato de este extraordinario milagro se encuentra registrado en tres evangelios sinópticos: Mateo 9:18-26, Marcos 5:21-43, y Lucas 8:40-56, cada uno aportando detalles únicos que enriquecen nuestra comprensión del evento.
Contexto Bíblico y Narrativo de la Resurrección
La resurrección de la hija de Jairo aparece narrada en los tres evangelios sinópticos con notable coherencia en los elementos esenciales, aunque cada evangelista aporta detalles distintivos.
Mateo presenta el relato en Mateo 9:18-26, Marcos ofrece la narración más detallada en Marcos 5:21-43, y Lucas proporciona su versión en Lucas 8:40-56. Juan, aunque no registra este milagro específico, documenta la resurrección de Lázaro, demostrando su conocimiento del poder de Jesús sobre la muerte.
Momento en el Ministerio: Ubicación Cronológica
Este milagro ocurre en una etapa significativa del ministerio público de Jesús, después de su regreso del país de los gadarenos donde había liberado al endemoniado gadareno (Marcos 5:1-20).
La ubicación cronológica es importante porque muestra a Jesús en el apogeo de su ministerio de milagros, cuando su fama se había extendido ampliamente y las multitudes lo seguían en grandes números.
Antecedentes: El Contexto de Fe y Expectativa
Inmediatamente antes de este episodio, Jesús había demostrado su poder sobre las fuerzas de la naturaleza calmando la tempestad (Marcos 4:35-41) y había liberado al endemoniado gadareno. Estos eventos habían establecido claramente su autoridad divina, creando un contexto de expectativa y fe que preparó el escenario para este milagro supremo sobre la muerte.
Localización Geográfica: Capernaum, Centro del Ministerio
El milagro ocurre en Capernaum, como se indica claramente en el relato de Marcos: «Pasó otra vez Jesús en una barca al otro lado, y se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar» (Marcos 5:21).
Lucas confirma que «cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban» (Lucas 8:40).
Importancia Geográfica: El Centro de Operaciones
Capernaum había llegado a ser efectivamente el centro de operaciones del ministerio de Jesús en Galilea. Esta ciudad cosmopolita, ubicada en la orilla noroccidental del mar de Galilea, era un importante centro comercial y pesquero.
La elección de este lugar para un milagro tan significativo no fue casual, ya que Capernaum representaba un punto de encuentro donde diferentes culturas y tradiciones se intersectaban.
Contexto Cultural: Una Sociedad Estratificada
La sociedad de Capernaum en tiempos de Jesús era altamente estratificada, con claras divisiones entre las élites religiosas, los comerciantes prósperos, los artesanos y los trabajadores comunes.
Jairo, como principal de la sinagoga, ocupaba una posición de respeto y autoridad en esta estructura social, lo que hace aún más notable su disposición a humillarse públicamente ante Jesús.
Relevancia Estratégica: Testimonio Público del Poder Divino
La elección de realizar este milagro en Capernaum, ante una gran multitud y en la casa de un líder religioso prominente, maximizó su impacto testimonial. El milagro no podía ser negado o minimizado debido a los numerosos testigos presenciales y la posición social del padre de la niña.
Personajes Presentes en la Resurrección
Jairo es identificado como «uno de los principales de la sinagoga» (Marcos 5:22). Su posición como líder religioso hace que su acercamiento a Jesús sea particularmente significativo, ya que muchos de sus colegas se oponían al ministerio de Cristo.
Su fe desesperada de padre se manifiesta cuando «postrándose a sus pies, le rogaba mucho, diciendo: Mi hijita está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea sana, y vivirá» (Marcos 5:23).
Los Discípulos: Testigos del Poder Supremo
Los discípulos acompañaban a Jesús y fueron testigos de todo el desarrollo del milagro. Sin embargo, solo Pedro, Jacobo y Juan fueron admitidos en la habitación donde yacía la niña (Marcos 5:37).
Esta selección de los tres discípulos más cercanos también se repetiría en la Transfiguración y en Getsemaní, indicando su papel especial como testigos de los momentos más trascendentales del ministerio de Jesús.
La Mujer con Flujo de Sangre: Fe Intercalada
De manera notable, los tres evangelios intercalan en este relato la sanidad de la mujer con flujo de sangre (Marcos 5:25-34). Esta mujer, que había padecido durante doce años, se acercó a Jesús con fe mientras él iba camino a la casa de Jairo.
Su sanidad instantánea al tocar el manto de Jesús sirve como una demostración preliminar del poder divino antes del milagro mayor.
Los Endechadores: Representantes del Desánimo
Marcos y Lucas mencionan específicamente a los endechadores y flautistas que ya estaban en la casa lamentando la muerte de la niña. Jesús «vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho» (Marcos 5:38). Su presencia y reacción negativa a las palabras de Jesús representan la incredulidad humana ante el poder divino.
Los Padres: Testimonios del Milagro
Tanto el padre como la madre de la niña estuvieron presentes en el momento del milagro. Lucas específicamente menciona que Jesús «mandó que no se lo dijesen a nadie» a los padres (Lucas 8:56), indicando que ambos fueron testigos directos de la resurrección.
Desarrollo del Milagro: El Triunfo de la Vida sobre la Muerte

El encuentro inicia cuando Jairo, superando cualquier consideración de posición social o prejuicio religioso, se postra ante Jesús con una súplica desesperada. Marcos registra sus palabras: «Mi hijita está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea sana, y vivirá» (Marcos 5:23).
La diferencia en los relatos es notable: mientras Marcos y Lucas presentan a la niña como agonizante, Mateo la presenta ya como muerta desde el inicio (Mateo 9:18).
El Camino Interrumpido: Fe Probada
Mientras Jesús se dirigía a la casa de Jairo, ocurre la sanidad de la mujer con flujo de sangre, lo que causa una demora significativa. Esta interrupción pone a prueba la fe de Jairo, especialmente cuando llegan mensajeros de su casa diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?» (Marcos 5:35).
La Palabra de Esperanza: Fe contra Evidencia
La respuesta de Jesús a la noticia de la muerte es inmediata y tranquilizadora: «No temas, cree solamente» (Marcos 5:36). Estas palabras constituyen una de las declaraciones más poderosas sobre la fe en todo el Nuevo Testamento, exhortando a creer incluso cuando todas las evidencias externas sugieren lo contrario.
La Llegada a la Casa: Confrontando la Incredulidad
Al llegar a la casa, Jesús encuentra una escena típica de duelo judío, con endechadores profesionales y gran alboroto. Su declaración «La niña no está muerta, sino duerme» (Marcos 5:39) provoca burlas y desprecio de parte de los presentes, quienes «se burlaban de él» (Marcos 5:40).
La Selección de Testigos: Intimidad Divina
Jesús hace salir a todos excepto a los padres de la niña y a los tres discípulos más cercanos. Esta selección cuidadosa de testigos refleja la sabiduría divina en cuanto a quiénes serían los testigos más apropiados y confiables de tan extraordinario milagro.
El Momento del Milagro: Poder Divino en Acción
El momento culminante llega cuando Jesús toma la mano de la niña y pronuncia las palabras arameas: «Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate» (Marcos 5:41). La preservación de las palabras arameas originales subraya la autenticidad histórica del relato y la intimidad del momento.
La Resurrección Confirmada: Vida Restaurada
La respuesta es inmediata y completa: «Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente» (Marcos 5:42). Lucas añade el detalle significativo de que «volvió el espíritu a ella» (Lucas 8:55), confirmando que se trataba de una verdadera resurrección, no simplemente de una reanimación.
El Cuidado Pastoral: Atención a las Necesidades Prácticas
Jesús demuestra su cuidado pastoral al mandar «que se le diese de comer» (Marcos 5:43). Este detalle aparentemente menor revela la humanidad y compasión de Cristo, quien se preocupa no solo por los aspectos sobrenaturales sino también por las necesidades físicas inmediatas.
Significado Espiritual y Teológico: Revelación del Poder Divino
El mensaje central de este milagro es la demostración inequívoca de que Jesús posee autoridad absoluta sobre la muerte, el último y más temido enemigo de la humanidad.
Esta autoridad no es simplemente poder sobre la enfermedad o los demonios, sino sobre la muerte misma, estableciendo las credenciales mesiánicas de Jesús de manera definitiva.
Simbolismo: La Niña como Representación de Israel
Algunos intérpretes ven en la niña de doce años (la misma edad que los años de enfermedad de la mujer con flujo de sangre) un símbolo del pueblo de Israel, que espiritualmente había «muerto» pero sería restaurado por el Mesías. Los doce años pueden representar las doce tribus de Israel, esperando la restauración divina.
Revelación de la Naturaleza Divina: El Dador de Vida
Este milagro revela a Jesús como el dador de vida, cumpliendo las palabras que él mismo pronunciaría más tarde: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá» (Juan 11:25). La facilidad con que devuelve la vida con una simple palabra demuestra su naturaleza divina.
Propósito Pastoral: Fortalecimiento de la Fe
Para los discípulos, especialmente para Pedro, Jacobo y Juan, presenciar este milagro constituyó una experiencia formativa fundamental. Los preparó para enfrentar las pruebas futuras, incluyendo la propia muerte y resurrección de su Maestro.
Prefiguraciones: Anticipación de la Resurrección Final
Este milagro prefigura no solo la resurrección de Cristo sino también la resurrección final de todos los creyentes. Establece el principio bíblico de que la muerte no es el final para aquellos que están en Cristo, sino simplemente un sueño del cual despertarán.
Impacto y Consecuencias: Ondas Expansivas del Poder Divino
La reacción inmediata de los testigos fue de asombro profundo. Marcos registra que «se espantaron grandemente» (Marcos 5:42), y Lucas que «sus padres estaban atónitos» (Lucas 8:56). Este asombro reverencial era la respuesta natural ante la manifestación del poder divino.
Efecto en la Comunidad de Capernaum
Aunque Jesús mandó que no divulgaran lo ocurrido, la naturaleza extraordinaria del evento hizo inevitable que la noticia se extendiera. La resurrección de la hija de un líder religioso prominente habría causado un impacto tremendo en toda la comunidad de Capernaum.
Fortalecimiento de la Fe Apostólica
Para los tres discípulos testigos, esta experiencia se convirtió en un fundamento sólido de fe que los sostendría durante las pruebas futuras. La memoria de haber visto la muerte vencida por una palabra de Jesús les daría confianza inquebrantable en su poder divino.
Influencia en el Ministerio Posterior
Este milagro estableció un precedente que influenciaría todo el ministerio posterior de Jesús. Demostró que no había límites para su poder sanador y preparó el camino para la expectativa de su propia resurrección.
Diferencias entre Evangelios: Perspectivas Complementarias
Énfasis de Mateo: Concisión y Propósito
Mateo presenta el relato de manera más concisa, enfocándose en los elementos esenciales del milagro. Su versión presenta a la niña como ya muerta desde el inicio (Mateo 9:18), enfatizando así la magnitud del milagro de resurrección.
Perspectiva de Marcos: Detalle y Emoción
Marcos ofrece la narración más detallada y emotiva, preservando las palabras arameas originales de Jesús («Talita cumi») y proporcionando numerosos detalles que dan vida al relato. Su versión captura vívidamente la emoción y la humanidad de todos los involucrados.
Enfoque de Lucas: Precisión Médica y Espiritual
Lucas, con su formación médica, proporciona detalles significativos como que «volvió el espíritu a ella» (Lucas 8:55), confirmando la naturaleza genuina de la resurrección. También enfatiza la reacción de asombro de los padres.
Complementariedad Narrativa
Los tres relatos se complementan perfectamente, creando un testimonio múltiple que refuerza la historicidad y veracidad del evento. Cada evangelista aporta elementos únicos que enriquecen nuestra comprensión completa del milagro.
Lecciones Contemporáneas: Esperanza para Nuestros Días
Jairo ejemplifica la fe que persiste incluso cuando las circunstancias parecen desesperantes. Su disposición a seguir creyendo después de recibir la noticia de la muerte de su hija ofrece un modelo poderoso para los creyentes contemporáneos que enfrentan crisis aparentemente insurmontables.
El Poder de la Oración Persistente
La súplica persistente de Jairo, combinada con su disposición a humillarse públicamente, demuestra el tipo de oración que mueve el corazón de Dios. Esta lección es especialmente relevante para padres que interceden por hijos en situaciones desesperantes.
Esperanza Más Allá de la Muerte
Para familias que han perdido seres queridos, especialmente niños, este milagro ofrece esperanza y consuelo. Aunque no promete resurrecciones físicas inmediatas, sí establece la realidad del poder de Dios sobre la muerte y la esperanza de la resurrección futura.
La Importancia de la Fe Simple
Las palabras de Jesús «No temas, cree solamente» (Marcos 5:36) hablan directamente a los creyentes contemporáneos, animándolos a mantener una fe simple pero firme en el poder de Cristo, incluso cuando las evidencias externas sugieren lo contrario.
Humildad en el Liderazgo
La disposición de Jairo, un líder religioso, a humillarse públicamente ante Jesús ofrece una lección poderosa sobre el liderazgo auténtico y la importancia de poner el bienestar de otros por encima del orgullo personal.
Conclusión: La Victoria Definitiva sobre la Muerte
La resurrección de la hija de Jairo trasciende las páginas de los evangelios para convertirse en un testimonio eterno del poder de Jesucristo sobre el último enemigo de la humanidad: la muerte. Este milagro extraordinario no solo demostró la divinidad de Cristo a sus contemporáneos, sino que continúa ofreciendo esperanza y consuelo a los creyentes de todas las épocas.
La fe inquebrantable de Jairo, manifestada en su disposición a humillarse públicamente y perseverar incluso ante la noticia de la muerte de su hija, se convierte en un modelo inspirador para todos los que enfrentan circunstancias aparentemente imposibles. Su historia nos enseña que no hay situación tan desesperante que esté fuera del alcance del poder divino.
Las palabras de Jesús «No temas, cree solamente» resuenan a través de los siglos como un bálsamo para los corazones afligidos y una exhortación a mantener la fe incluso cuando todas las evidencias externas sugieren lo contrario. Esta declaración encapsula la esencia misma del evangelio: que la fe en Cristo puede triunfar sobre cualquier circunstancia, incluyendo la muerte misma.
El milagro también nos recuerda la importancia de la intimidad en los momentos más sagrados de la vida. La decisión de Jesús de limitar los testigos a los padres y los tres discípulos más cercanos nos enseña que algunos de los momentos más poderosos con Dios ocurren en la intimidad, lejos del ruido y la distracción del mundo.
Para las familias contemporáneas que enfrentan enfermedades terminales, pérdidas devastadoras o situaciones que parecen sin esperanza, la resurrección de la hija de Jairo ofrece un ancla de esperanza. Aunque no promete milagros físicos inmediatos, sí establece inequívocamente que nuestro Dios es un Dios de vida, no de muerte, y que su poder se extiende incluso más allá de la tumba.
Este milagro prefigura gloriosamente la propia resurrección de Cristo y la promesa de resurrección para todos los creyentes, recordándonos que la muerte no es el final de la historia para aquellos que están en Cristo. Como Pablo escribiría más tarde: «Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?» (1 Corintios 15:54-55).
Que la fe de Jairo inspire nuestra confianza, que las palabras consoladoras de Jesús fortalezcan nuestros corazones, y que la realidad de su poder sobre la muerte llene nuestras vidas de esperanza inquebrantable. En un mundo marcado por la pérdida y el dolor, este milagro permanece como un testimonio luminoso de que en Cristo, la vida siempre triunfa sobre la muerte, la esperanza sobre la desesperación, y el amor sobre el temor.