
Publicado en agosto 14, 2025, última actualización en septiembre 30, 2025.
La parábola de los labradores malvados es una de las narraciones más impactantes y reveladoras que Jesús compartió durante su ministerio.
Esta historia, también conocida como la parábola de los viñadores homicidas, constituye una profecía directa sobre el rechazo que enfrentaría el mismo Jesús y las consecuencias espirituales que esto traería.
En esta parábola, Cristo utiliza la imagen familiar de una viña para transmitir verdades profundas sobre la responsabilidad, la obediencia y el juicio divino.
Puntos Clave
- Ubicación en los Evangelios: La parábola aparece en los tres evangelios sinópticos con diferencias significativas que revelan énfasis teológicos únicos.
- Contexto histórico: Jesús narró esta parábola durante su última semana en Jerusalén, enfrentando la oposición directa de los líderes religiosos.
- Simbolismo profético: Cada elemento de la viña representa aspectos del reino de Dios y la historia de Israel con sus profetas.
- Mensaje central: La parábola revela las consecuencias del rechazo a Dios y sus mensajeros a través de la historia.
- Aplicación personal: Nos desafía a examinar nuestra propia fidelidad y productividad espiritual como mayordomos de Dios.
- Cumplimiento histórico: Los eventos narrados encontraron su cumplimiento literal en la muerte de Jesús y la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.
La Parábola en los Evangelios Sinópticos

Esta sección examina cómo cada evangelista presenta la parábola, revelando matices únicos que enriquecen nuestra comprensión del mensaje de Jesús. Las diferencias entre los textos no son contradicciones, sino perspectivas complementarias que iluminan distintos aspectos de la enseñanza.
Resumen de La Parábola de los Labradores Malvados
Un propietario plantó una viña, la preparó cuidadosamente con cerca, lagar y torre, y la arrendó a unos labradores antes de viajar lejos.
Cuando llegó el tiempo de la cosecha, envió varios siervos para recoger su parte de los frutos, pero los labradores los maltrataron sistemáticamente: golpearon al primero, apedrearon al segundo, mataron al tercero, y así sucesivamente con muchos otros.
Finalmente, pensando que respetarían a su hijo, el propietario envió a su hijo amado. Sin embargo, los labradores malvados, creyendo que podrían apropiarse de la herencia si mataban al heredero, lo sacaron fuera de la viña y lo asesinaron.
Jesús narró esta parábola durante su última semana en Jerusalén, dirigiéndose específicamente a los principales sacerdotes y fariseos que habían cuestionado su autoridad.
En la historia, el propietario representa a Dios Padre, la viña simboliza a Israel, los labradores malvados son los líderes religiosos de Israel, los siervos enviados representan a los profetas que fueron rechazados y perseguidos a lo largo de la historia, y el hijo amado es Jesús mismo.
La parábola concluye con una pregunta retórica sobre qué hará el propietario con esos labradores, anticipando el juicio que vendría sobre quienes rechazaran al Hijo de Dios. Esta enseñanza constituyó tanto una profecía sobre la propia muerte de Jesús como una advertencia sobre las consecuencias del rechazo persistente a los mensajeros divinos.
Texto Completo y Referencias Bíblicas
La parábola de los labradores malvados se encuentra registrada en tres evangelios:
- Mateo 21:33-46: La versión más extensa y detallada
- Marcos 12:1-12: La versión intermedia con elementos únicos
- Lucas 20:9-19: La versión más concisa pero completa
La parábola también aparece en una forma más breve en el extracanónico Evangelio de Tomás, lo que sugiere que era una enseñanza bien conocida en las primeras comunidades cristianas.
Diferencias Principales Entre los Evangelios
| Aspecto | Mateo 21:33-46 | Marcos 12:1-12 | Lucas 20:9-19 |
|---|---|---|---|
| Detalles de la viña | Incluye cerca, lagar y torre (alusión a Isaías 5:2) | Menciona vallado, lagar y torre | Solo menciona la plantación |
| Número de siervos | Tres grupos: individual, grupal mayor | Varios siervos individuales | Tres siervos individuales |
| Tratamiento a los siervos | Golpeado, matado, apedreado | Golpeado, descalabrado, matado | Golpeado, deshonrado, herido |
| Muerte del hijo | Echado fuera y matado | Matado y echado fuera | Echado fuera y matado |
| Respuesta a la pregunta | Los oyentes responden | Jesús responde directamente | Jesús responde directamente |
| Cita del Salmo 118 | Versículos 22-23 completos | Versículos 22-23 completos | Solo versículo 22 |
| Reacción final | Temieron a la multitud | Temieron a la multitud | Procuraron prenderle |
Las diferencias sugieren que los rasgos alegóricos se desarrollaron progresivamente, siendo más evidentes en Mateo que en Marcos, y más en Marcos que en Lucas.
Contexto Histórico y Cultural de la Parábola

El entendimiento del trasfondo histórico es fundamental para captar la fuerza del mensaje de Jesús. La parábola no surge en un vacío, sino en un momento crucial del ministerio de Cristo, cuando la tensión con las autoridades religiosas había alcanzado su punto máximo.
Situación Política y Social del Primer Siglo
En el contexto del primer siglo, los viñedos eran una parte importante de la economía agrícola de Israel.
Los terratenientes frecuentemente alquilaban sus propiedades a labradores locales, estableciendo contratos que requerían el pago de una porción específica de la cosecha. Este sistema de arrendamiento era común y comprensible para la audiencia de Jesús.
Palestina, y Galilea en particular, era una región descontenta que no se había pacificado completamente desde la rebelión de Judas el Galileo en el año 6 d.C. Los conflictos por la tierra y los enfrentamientos violentos entre propietarios y arrendatarios no eran situaciones extraordinarias.
El Momento de la Narración
Jesús contó esta parábola durante su última semana en Jerusalén, específicamente después de que los principales sacerdotes y ancianos cuestionaran su autoridad (Mateo 21:23). Este contexto es crucial porque les preguntaron: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te dio esa autoridad?»
La parábola forma parte de una trilogía de enseñanzas dirigidas a los líderes religiosos:
- La parábola de los dos hijos (Mateo 21:28-32)
- La parábola de los labradores malvados
- La parábola de la fiesta de bodas (Mateo 22:1-14)
Interpretación y Simbolismo de los Elementos

La riqueza simbólica de esta parábola permite múltiples niveles de interpretación que se complementan entre sí. Cada elemento narrativo representa aspectos específicos de la relación entre Dios e Israel, y por extensión, entre Dios y toda la humanidad.
Significado de los Personajes Principales
- El Propietario de la Viña El dueño de la viña representa claramente a Dios Padre. La viña es Israel, pues los judíos tenían claro, por las referencias de Isaías 5, que esta imagen simbolizaba al pueblo elegido. El cuidado detallado con que el propietario prepara la viña (cerca, lagar, torre) refleja el amor y la provisión divina para su pueblo.
- Los Labradores Malvados Los labradores son los principales sacerdotes, los escribas, ancianos y todo el pueblo que habían recibido la responsabilidad de cuidar el reino de Dios. Más específicamente, representan a los líderes religiosos que habían traicionado su llamado de pastorear al pueblo hacia Dios.
- Los Siervos Enviados Los siervos que fueron a recibir la cosecha de la vendimia, eran los profetas que fueron apedreados, golpeados y muertos, una y otra vez cuando fueron enviados a Israel anunciando la palabra de Dios. La historia de Israel está marcada por el rechazo sistemático de los mensajeros divinos.
- El Hijo Amado El hijo del dueño es enviado a los labradores, pues pensaba que lo recibirían y lo honrarían, pero fue golpeado y lo mataron y lo sacaron fuera de la viña, este es Jesús. La identificación es clara: Jesús se presenta como el Hijo único de Dios, el último mensajero.
La Viña como Símbolo de Israel
La imagen de la viña tiene profundas raíces en el Antiguo Testamento. La viña es Israel, y constituye sin dudas el rasgo alegórico más fuerte.
En efecto, la imagen de la viña también es puesta en labios de Jesús de Nazaret en la parábola de los dos hijos, y solía utilizarse de forma profética para simbolizar al pueblo de Israel (Isaías 5,1-7; Jeremías 2,21).
El «Canto de la Viña» en Isaías 5:1-7 proporciona el trasfondo conceptual:
- Dios plantó una viña (eligió a Israel)
- La cercó y cuidó (la protegió y bendijo)
- Esperaba uvas dulces (justicia y rectitud)
- Pero produjo uvas agrias (injusticia y opresión)
Las Enseñanzas Centrales de la Parábola

Esta sección explora las verdades fundamentales que Jesús quiso transmitir a través de esta poderosa narración. Las enseñanzas operan en múltiples niveles, desde el histórico inmediato hasta el escatológico y personal.
Responsabilidad y Mayordomía
La parábola establece claramente el principio de la responsabilidad humana ante Dios. Los labradores recibieron una viña bien preparada y fructífera, con la expectativa legítima de que produjeran y entregaran el fruto correspondiente al propietario.
Esta enseñanza se aplica a varios niveles:
- Individual: Cada persona es responsable de los dones y oportunidades que Dios le ha dado
- Institucional: Los líderes religiosos deben dar cuenta de cómo han pastoreado al pueblo de Dios
- Nacional: Israel como nación tenía responsabilidades específicas como pueblo elegido
La Paciencia Divina y Sus Límites
La parábola revela tanto la paciencia extraordinaria de Dios como la realidad del juicio divino. Aunque «Dios es lento para la ira», sin embargo, finalmente tiene que actuar frente al mal.
La progresión narrativa muestra:
- Primer siervo: Maltratado y enviado con las manos vacías
- Segundo siervo: Tratado peor que el primero
- Tercer siervo: Asesinado
- Muchos otros siervos: Continúa la escalada de violencia
- El hijo amado: El último intento de Dios
Profecía del Rechazo y Muerte de Jesús
Según Charles Harold Dodd y otros autores, la parábola ayuda a esclarecer las sentencias de Jesús en las que él predecía su propia muerte y los desastres que se desencadenarían sobre los judíos.
La parábola contiene elementos proféticos específicos:
- El hijo es asesinado fuera de la viña (Jesús murió fuera de Jerusalén)
- Los labradores creen que heredarán la propiedad (los líderes pensaron eliminar la amenaza)
- El propietario vendrá a ejecutar juicio (la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C.)
Aplicación Contemporánea y Relevancia Personal

Las verdades de esta parábola trascienden su contexto histórico inmediato y hablan directamente a los desafíos espirituales contemporáneos. La pregunta fundamental permanece: ¿qué tipo de fruto estamos produciendo en la viña de Dios?
Autoexamen Espiritual
Los oponentes al llamado que hace Jesús no son los únicos viñadores homicidas, un creyente en Jesús también lo puede ser, al desviar su mirada a los placeres, derrumbando el cerco (Palabra de Dios), que lo protege del mundo pagano, alejándose de la visión del Padre, y dándole mal uso al lugar de asignación.
Preguntas para la reflexión personal:
- ¿Estoy produciendo frutos dignos de arrepentimiento en mi vida?
- ¿Cómo respondo cuando Dios envía «mensajeros» a mi vida?
- ¿Reconozco la autoridad de Cristo en todas las áreas de mi existencia?
- ¿Estoy siendo fiel mayordomo de los dones que he recibido?
Responsabilidad en el Liderazgo
Para quienes tienen responsabilidades de liderazgo en la iglesia o la comunidad, la parábola presenta un mensaje especialmente sobrio.
El principio espiritual que aprendemos aquí es que si Dios nos da algo para hacer y no lo hacemos de tal forma que él sea glorificado, sino que actuamos en nuestro propio beneficio, él nos lo quitará y se lo entregará a otros.
Frutos del Reino
Jesús alerta en ejercer una buena mayordomía, y dar frutos de «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, fe, mansedumbre, templanza» (Gálatas 5:22-23) con el que demostrarán ser dirigidos por el Espíritu Santo, y convertirse en merecedores del Reino de Dios.
El Cumplimiento Histórico y Profético
La parábola no solo enseña principios espirituales, sino que también contenía elementos proféticos específicos que se cumplieron literalmente en la historia. Esta realización histórica valida la autoridad profética de Jesús y confirma la veracidad de su mensaje.
La Destrucción de Jerusalén (70 d.C.)
La descripción de Jesús coincidió de hecho con lo sucedido en el año 70 d.C., cuando los romanos destruyeron la ciudad de Jerusalén y el templo judío y procedieron a deportar al pueblo de Israel.
Los paralelos históricos incluyen:
- La viña (Israel) fue entregada a «otros labradores» (los gentiles)
- Los líderes religiosos judíos perdieron su posición de autoridad
- El templo fue destruido, cumpliendo las advertencias proféticas
- El evangelio se extendió masivamente entre los gentiles
La Piedra Angular
La referencia al Salmo 118:22-23 sobre la «piedra desechada» que se convierte en «piedra angular» encontró su cumplimiento en la resurrección y exaltación de Jesús.
Cuando Jesús habla de la piedra desechada, confirma que era él, quien había sido despreciado por los edificadores de la nación, que en este caso eran los fariseos. Pero el Padre lo exaltaría colocándolo en la cima de una nueva Nación.
Comparación con Otras Parábolas del Juicio
Para comprender completamente el mensaje de la parábola de los labradores malvados, es útil compararla con otras enseñanzas de Jesús sobre el juicio y la responsabilidad. Esta comparación revela patrones consistentes en el mensaje de Cristo sobre la fidelidad y las consecuencias del rechazo.
Similitudes con la Parábola de los Talentos
Ambas parábolas enfatizan:
- La responsabilidad de producir frutos con lo que se ha recibido
- Las consecuencias del fracaso en cumplir las expectativas
- La transferencia de responsabilidades a otros más fieles
Paralelismo con la Parábola de la Higuera Estéril
En Lucas 13:6-9, Jesús narra sobre una higuera que no da fruto durante tres años. Las similitudes incluyen:
- La paciencia del propietario
- La expectativa legítima de fruto
- La amenaza de juicio por falta de productividad
- Una última oportunidad antes del castigo definitivo
Conclusión

La parábola de los labradores malvados constituye una de las enseñanzas más poderosas y sobrias de Jesús. A través de esta narrativa, Cristo revela tanto la paciencia extraordinaria de Dios como la inevitabilidad del juicio divino ante el rechazo persistente.
La historia trasciende su contexto histórico inmediato para hablarnos directamente sobre la responsabilidad, la fidelidad y las consecuencias de nuestras decisiones espirituales. Como beneficiarios de la viña de Dios, cada uno de nosotros debe examinar el tipo de fruto que está produciendo en su vida.
La parábola también nos recuerda que Dios envía continuamente mensajeros a nuestras vidas: circunstancias, personas, oportunidades de crecimiento espiritual. Nuestra respuesta a estos «enviados divinos» revela el estado de nuestro corazón y determina nuestro destino eterno.
Finalmente, la parábola nos apunta hacia Jesús como el Hijo único y amado de Dios, el último y definitivo mensajero. Nuestra respuesta a él determina no solo nuestro destino personal, sino también el fruto que produciremos en el reino de Dios.
La pregunta permanece vigente para cada generación: ¿seremos labradores fieles que entregan el fruto esperado, o repetiremos el trágico error de rechazar al Hijo?



