
Publicado en septiembre 11, 2025, última actualización en septiembre 17, 2025.
La celebración de la Navidad cada 25 de diciembre es una tradición tan arraigada que pocas personas se cuestionan si Jesús realmente nació en esa fecha.
Sin embargo, cuando examinamos los textos bíblicos y la evidencia histórica, surgen interrogantes fascinantes que nos llevan a una conclusión sorprendente: es muy improbable que el nacimiento de Cristo haya ocurrido en pleno invierno.
Esta investigación nos conduce por un viaje histórico que revela cómo las tradiciones paganas romanas se entrelazaron con las celebraciones cristianas, dando origen a la fecha navideña que conocemos hoy.
Puntos Clave
- Los pastores en los campos: Los relatos bíblicos mencionan pastores vigilando sus rebaños durante la noche, lo cual sería improbable en el frío invierno de diciembre en la región de Belén
- El clima invernal de Palestina: Entre diciembre y marzo, Belén experimenta temperaturas frías (1°C a 13°C) con lluvias frecuentes, condiciones inadecuadas para el pastoreo nocturno
- Origen histórico del 25 de diciembre: La fecha fue establecida oficialmente por el papa Liberio en el año 354 d.C. para coincidir con las festividades paganas romanas
- Las Saturnales romanas: Esta celebración romana del solsticio de invierno (17-25 de diciembre) incluía banquetes, intercambio de regalos y decoraciones, tradiciones que influyeron en la Navidad
- Evidencia bíblica limitada: Ni el Evangelio de Mateo ni el de Lucas mencionan una temporada específica para el nacimiento de Jesús
- Fechas alternativas propuestas: Los estudios bíblicos sugieren que Jesús podría haber nacido en septiembre u octubre, basándose en los turnos sacerdotales y otros indicadores
Los Pastores en los Campos: Una Pista Climática Crucial

El argumento más sólido contra un nacimiento en diciembre proviene del relato de Lucas sobre los pastores. La importancia de este detalle climático no puede subestimarse, ya que nos proporciona información valiosa sobre las condiciones meteorológicas de la época.
El testimonio bíblico de los pastores
Lucas 2:8 nos relata: «Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño». Este versículo contiene detalles específicos que los eruditos consideran indicativos de la época del año.
Para una sociedad agraria como aquella, era mucho más factible que un censo se realizara a finales del verano o comienzos del otoño, cuando las condiciones de viaje eran más favorables y los pastores aún mantenían sus rebaños en los campos.
Las condiciones climáticas de diciembre en Belén
Las evidencias meteorológicas modernas e históricas pintan un cuadro claro del clima invernal en la región:
- Temperaturas: En enero, el mes más frío, las temperaturas van de 1°C a 13°C, con noches particularmente frías
- Precipitaciones: Las precipitaciones anuales rondan los 700 mm, que se producen en un 70% entre noviembre y enero
- Condiciones nocturnas: En las noches de diciembre, tanto en Belén como en Jerusalén hay frecuentes heladas
El contraargumento: las ovejas Awassi
Sin embargo, algunos eruditos han presentado evidencia que podría apoyar la posibilidad de pastoreo invernal.
Las ovejas Awassi, el tipo de ovejas criadas en el Medio Oriente durante la época de Jesús, paren precisamente en diciembre, lo que haría necesario que los pastores las vigilaran durante ese período.
El Clima Mediterráneo de Palestina: Realidad vs. Percepción

La comprensión del clima palestino es fundamental para evaluar la viabilidad de un nacimiento invernal. Esta región presenta características climáticas particulares que debemos considerar cuidadosamente.
Características del clima mediterráneo
Belén cuenta con un clima mediterráneo, con veranos secos y calurosos y fríos inviernos. Esta clasificación climática nos ayuda a entender las condiciones específicas de la región:
Estación húmeda (noviembre-marzo):
- Temperaturas mínimas que pueden descender a 1°C
- Precipitaciones concentradas en estos meses
- Condiciones desfavorables para el pastoreo nocturno
Estación seca (abril-octubre):
- Temperaturas cálidas y cielos despejados
- Condiciones ideales para actividades agrícolas y ganaderas
- Mayor probabilidad de pastoreo nocturno
La evidencia histórica del clima
Esdras, uno de los escritores bíblicos, muestra que kislev (que incluye diciembre) era un mes frío y lluvioso. Dice que en «el noveno mes [kislev], el día veinte del mes» se juntó en Jerusalén una multitud, la cual estaba «tiritando […] a causa de las lluvias cuantiosas».
Esta descripción bíblica del clima invernal proporciona evidencia contextual importante sobre las condiciones meteorológicas de la época, sugiriendo que los inviernos en la región eran suficientemente severos como para causar incomodidad significativa.
Variabilidad climática histórica
Es importante reconocer que el fenómeno del clima no es uniforme todos los años, aun en el mismo espacio, y que el mismo es distinto siempre, en cuanto a sus características principales.
Esta variabilidad natural significa que no podemos ser absolutamente categóricos sobre las condiciones específicas de un año particular hace dos milenios.
Las Saturnales Romanas y la Controversia del Sol Invictus

El establecimiento del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Cristo ha sido objeto de intenso debate académico.
Mientras que la explicación tradicional apunta a una estrategia deliberada de la Iglesia primitiva para reemplazar festividades paganas, investigaciones recientes han cuestionado esta teoría, sugiriendo un panorama mucho más complejo.
Las Saturnales: una celebración de siete días
Las Saturnales (en latín Saturnalia) son unas importantes fiestas romanas en honor Saturno, dios de la agricultura para los romanos. Estas celebraciones se extendían originalmente del 17 al 23 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno.
Las características principales de las Saturnales incluían:
- Intercambio de roles sociales: Los hombres iban vestidos de mujer y los amos vestidos de sirvientes
- Decoraciones festivas: Las casas se decoraban con vegetación, se encendían velas
- Intercambio de regalos: Una tradición central de la festividad
- Banquetes y celebraciones: Siete días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos
La controversia académica: ¿qué vino primero?
La teoría tradicional, popularizada por el académico alemán Hermann Usener a finales del siglo XIX, sostiene que la Iglesia primitiva eligió deliberadamente el 25 de diciembre para reemplazar la festividad del Sol Invictus. Sin embargo, esta explicación ha enfrentado críticas significativas en décadas recientes.
Steven Hijmans, un especialista en historia romana, ha argumentado que la Navidad cristiana podría haber sido celebrada antes de que el Sol Invictus tuviera su día fijo en el calendario.
Sus investigaciones sugieren que la evidencia más antigua de la celebración del Sol Invictus el 25 de diciembre proviene de la época de Juliano el Apóstata, años después de que la Navidad ya estuviera firmemente establecida en el 336 d.C., como se documenta en el Cronógrafo del 354.
Los argumentos de los detractores
La crítica moderna a la teoría del reemplazo se basa en varios puntos fundamentales:
- Falta de evidencia sólida: Steven Hijmans cuestiona si esto realmente se refiere a una fiesta de Sol Invictus, ya que «Sol» no está incluido en el nombre del festival, y argumenta que no hay evidencia convincente de una fiesta dedicada al Sol Invictus en el solsticio de invierno romano antes de Juliano.
- Continuidad del culto solar: Hijmans demuestra que el culto solar romano nunca desapareció, y que la diferenciación entre Sol Indiges y Sol Invicto es imposible de probar. Esto contradice la idea de que Aureliano introdujo algo completamente nuevo.
- Cronología inversa: Algunos académicos argumentan que el festival pagano del «Nacimiento del Sol Invicto», instituido por el emperador romano Aureliano el 25 de diciembre de 274, fue con casi toda certeza un intento de crear la alternativa pagana a una fecha que ya gozaba de cierta importancia para los cristianos romanos.
La Teoría del Cálculo: Una Explicación Alternativa

Frente a la controversia del Sol Invictus, los académicos han propuesto explicaciones alternativas para el origen del 25 de diciembre como fecha navideña.
Una de las más convincentes es conocida como la «teoría del cálculo», que sugiere que los primeros cristianos llegaron a esta fecha a través de consideraciones teológicas y astronómicas independientes de las festividades paganas.
El razonamiento de los primeros cronógrafos
La teoría del cálculo se basa en los trabajos de los primeros cronógrafos cristianos, especialmente Hipólito de Roma. Según esta explicación, la elección del 25 de diciembre resultó de intentos genuinos por determinar la fecha de nacimiento de Jesús basándose en cálculos teológicos y astronómicos.
El proceso de razonamiento funcionaba de la siguiente manera:
- La fecha de la concepción: Los cristianos primitivos creían que Jesús fue concebido el 25 de marzo, coincidiendo con el equinoccio de primavera. Esta fecha no era arbitraria, sino que se basaba en la creencia de que eventos importantes ocurrían en fechas simbólicamente significativas.
- El cálculo de nueve meses: Agregando nueve meses de gestación al 25 de marzo, llegaban naturalmente al 25 de diciembre como fecha de nacimiento.
- Simbolismo cósmico: Esta fecha creaba una arquitectura cósmica donde Cristo era concebido en el equinoccio vernal y Juan Bautista en el otoñal, mientras que Cristo nacía en el solsticio de invierno y Juan Bautista en el de verano.
La cronografía de Sexto Julio Africano
Antes de que la Iglesia fijara oficialmente el 25 de diciembre, algunos intelectuales cristianos ya habían especulado sobre la fecha del nacimiento de Jesús.
Uno de los primeros en hacerlo fue Sexto Julio Africano, un historiador cristiano que, en su obra Chronographiai (221 d.C.), calculó que la concepción de Jesús ocurrió el 25 de marzo.
La importancia de la simbología solar
Según esta teoría alternativa, la conexión con el solsticio no era una apropiación de festividades paganas, sino el reconocimiento del profundo simbolismo que tenía la luz venciendo a la oscuridad.
Como explicaba Hijmans, la Navidad se fijó en el solsticio de invierno por su simbología, pero sin necesariamente tener en cuenta que ya se celebrara el nacimiento de Sol Invicto en ese día.
Los textos cristianos de la época apoyan esta interpretación, donde Cristo es descrito como el «Sol de Justicia» no como una apropiación pagana, sino como una elaboración teológica independiente del simbolismo de la luz.
Las Fechas Alternativas: Evidencia Bíblica para un Nacimiento Primaveral

Si no fue en diciembre, ¿cuándo nació realmente Jesús? Varios enfoques académicos han intentado determinar una fecha más probable basándose en evidencia bíblica y astronómica.
El método de los turnos sacerdotales
Uno de los enfoques más sistemáticos se basa en la información sobre los turnos sacerdotales mencionados en los Evangelios:
En 1 Crónicas 24 se especifica que David dividió a los sacerdotes en 24 turnos de 15 días cada uno. El versículo 10 dice que Abías quedó en el octavo turno.
Siguiendo este cálculo:
- Servicio de Zacarías: La segunda quincena de tamuz (julio) sería el tiempo del anuncio del nacimiento de Juan el Bautista
- Concepción de Juan: Poco después del anuncio
- Visita a María: En el sexto mes de gestación de Isabel, o sea el mes de tishrei (diciembre/enero)
- Nacimiento de Jesús: Jesús habría nacido nueve meses después, en el mes de etanim que sería septiembre/octubre
Evidencia astronómica: la Estrella de Belén
Los estudios astronómicos han aportado datos adicionales:
- Según los registros chinos, la estrella apareció en la primavera del año 5 a.C., lo que coincidiría con otras evidencias que sugieren un nacimiento primaveral.
- La fecha más precisa a la que se puede llegar con seguridad para el nacimiento de Jesús parece ser el mes de marzo, durante los años 6, 5 o 4 a.C.
El argumento del censo romano
Otro factor a considerar es la practicidad del censo mencionado por Lucas:
Para una sociedad agraria como aquella, era mucho más factible que un censo se realizara a finales del verano o comienzos del otoño. Los romanos, siendo administradores eficientes, habrían evitado programar un censo durante los meses más difíciles para viajar.
Síntesis de fechas alternativas propuestas
Método de Cálculo | Fecha Propuesta | Base de Evidencia |
---|---|---|
Turnos sacerdotales | Septiembre-octubre | 1 Crónicas 24, Lucas 1 |
Registros astronómicos | Marzo-mayo | Documentos chinos, eclipses |
Consideraciones climáticas | Abril-octubre | Condiciones de pastoreo |
Practicidad del censo | Septiembre-octubre | Lógica administrativa romana |
Una Síntesis de Perspectivas Históricas

La comprensión moderna del origen de la fecha navideña refleja la complejidad típica de los procesos históricos reales. En lugar de una explicación única y simple, nos encontramos con múltiples factores que convergieron para establecer el 25 de diciembre como la fecha de la Navidad.
Los factores convergentes
La investigación contemporánea sugiere que varios elementos pudieron haber confluido en la elección del 25 de diciembre:
- Cálculos teológicos independientes: Como propone la teoría del cálculo, los primeros cronógrafos cristianos llegaron a esta fecha a través de razonamiento teológico sobre la concepción de Jesús.
- Simbolismo del solsticio: La poderosa simbología de la luz venciendo a la oscuridad resonaba profundamente con la teología cristiana, independientemente de festividades paganas específicas.
- Influencia cultural gradual: Las tradiciones populares de las Saturnales y otras festividades de solsticio pudieron haber influido en la manera de celebrar, más que en la elección de la fecha misma.
- Procesos sincréticos complejos: En lugar de una simple «apropiación», pudo haber ocurrido una convergencia gradual y mutuamente influyente entre tradiciones cristianas y paganas.
El consenso académico actual
Los historiadores modernos tienden a adoptar una posición más matizada:
- La teoría del reemplazo directo del Sol Invictus ha perdido fuerza debido a la falta de evidencia sólida y los argumentos cronológicos presentados por Hijmans y otros.
- La influencia de las Saturnales en las formas de celebración es ampliamente aceptada, aunque estas festividades terminaban el 23 de diciembre, antes del 25.
- La teoría del cálculo ofrece una explicación plausible para la elección de la fecha que no depende de apropiaciones paganas.
- El simbolismo solar parece haber sido una consideración importante, pero posiblemente desarrollada de manera independiente por los cristianos.
Elementos paganos indiscutibles en la Navidad moderna
Aunque la fecha misma puede tener orígenes más complejos, ciertos elementos de nuestras celebraciones navideñas tienen claras raíces pre-cristianas:
- El árbol de Navidad: Derivado de tradiciones germánicas y nórdicas, especialmente el árbol Yggdrasil, que San Bonifacio adaptó con simbolismo cristiano.
- El intercambio de regalos: Una práctica claramente documentada en las Saturnales romanas, donde se ofrecían regalos que se abrían a la salida del sol del 25 de diciembre.
- Las decoraciones con plantas verdes: Los romanos adornaron las calles durante las Saturnales, mientras que los celtas decoraron árboles con frutas y velas durante los solsticios de invierno.
- Los banquetes especiales: Las comidas festivas y reuniones familiares eran características centrales tanto de las Saturnales como de Yule nórdico.
Conclusión
La evidencia histórica y bíblica presenta un panorama fascinante y complejo sobre el verdadero nacimiento de Jesús. Aunque la tradición del 25 de diciembre está profundamente arraigada en nuestra cultura, los datos sugieren que Jesús muy probablemente nació en una época diferente del año, posiblemente en primavera u otoño.
Respecto al origen de la fecha navideña, la investigación moderna ha demostrado que la explicación tradicional del «reemplazo del Sol Invictus» es demasiado simplista.
Es más probable que la elección del 25 de diciembre resultara de una convergencia compleja de factores: cálculos teológicos independientes realizados por cronógrafos cristianos, el poderoso simbolismo del solsticio de invierno, y la influencia gradual de tradiciones culturales populares.
Lo más importante es reconocer que el valor de la Navidad trasciende las controversias académicas sobre su fecha exacta o sus orígenes históricos. Como señaló el rey Salomón en Eclesiastés 7:1: «Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace». El significado profundo de la Navidad radica en la celebración de la encarnación de Dios en la historia humana, no en la precisión cronológica de fechas específicas.
La riqueza histórica de nuestras tradiciones navideñas, con sus múltiples influencias culturales y debates académicos, nos recuerda la extraordinaria capacidad del cristianismo para dialogar con diferentes culturas y tradiciones, transformando elementos diversos en algo nuevo y significativo.
Esta comprensión histórica, lejos de disminuir el significado de la Navidad, puede enriquecerla, mostrándonos cómo la fe puede manifestarse a través de procesos históricos complejos y multicultureles, manteniendo siempre su mensaje central de esperanza, amor y redención.