
Publicado en julio 11, 2025, última actualización en octubre 28, 2025.
La historia de Lucas el Evangelista es única entre los escritores del Nuevo Testamento. Como el único autor gentil de las Escrituras y profesional médico convertido al cristianismo, Lucas aporta una perspectiva singular a la narración de la vida de Cristo.
Su formación académica, su ojo clínico para los detalles y su corazón compasivo se entrelazan para crear el evangelio más extenso y literariamente refinado del Nuevo Testamento.
A través de su meticulosa investigación y su don narrativo, Lucas nos presenta a Jesús como el Gran Médico de almas, el amigo de pecadores y marginados, revelando la infinita misericordia de Dios para toda la humanidad.
Puntos Clave
- Único autor gentil del Nuevo Testamento – Lucas no era judío sino griego, lo que le dio una perspectiva universal del evangelio, enfocándose en que la salvación es para todas las naciones.
- El médico amado – Pablo lo llama «el médico querido» (Colosenses 4:14), y su formación médica se refleja en su atención a detalles sobre enfermedades y sanaciones.
- Historiador meticuloso – Investigó cuidadosamente todas las fuentes, entrevistando testigos oculares para escribir una «narración ordenada» de los hechos (Lucas 1:1-4).
- Evangelio de la misericordia – Su evangelio enfatiza la compasión de Jesús por los pobres, pecadores, mujeres, samaritanos y todos los marginados de la sociedad.
- Compañero fiel de Pablo – Acompañó al apóstol en sus viajes misioneros y permaneció a su lado incluso durante su encarcelamiento y hasta su martirio.
- Autor de dos libros – Escribió tanto el Evangelio de Lucas como los Hechos de los Apóstoles, formando juntos la narrativa más extensa del Nuevo Testamento sobre Jesús y la iglesia primitiva.
Introducción al Evangelista Lucas

Lucas el Evangelista ocupa un lugar extraordinario en la historia del cristianismo como el único autor no judío del Nuevo Testamento. Su nombre, Lucas, es probablemente una abreviación de Lucano, Lucio o Luciano, y significa «portador de luz», un nombre profético que describe perfectamente su ministerio de iluminar la vida y enseñanzas de Jesucristo para el mundo gentil.
Según el historiador Eusebio de Cesarea, Lucas nació en Antioquía de Siria, una de las ciudades más importantes del mundo helenístico. Pablo, en la Carta a los Colosenses, habla de sus compañeros y nombra primero a «los de la circuncisión«, es decir, a los judíos, sin incluir entre ellos a Lucas (Colosenses 4:10-11), confirmando su origen gentil, probablemente griego, dado su gran dominio del idioma.
Lucas fue un hombre instruido, a diferencia de la mayoría de los apóstoles, y de amplia cultura. Recibió una educación helénica culta, conoció y escribió un griego depurado que manejó con sencillez, elegancia y fluidez. Su vocabulario es muy rico, y el consenso entre los estudiosos es que Lucas es muy preciso como historiador. Es erudito, es elocuente, su griego se aproxima a la calidad clásica, escribe como un hombre educado.
No conoció personalmente a Jesús, pero su conversión al cristianismo alrededor del año 40 d.C. cambió radicalmente el rumbo de su vida. De profesional médico dedicado al cuidado del cuerpo, Lucas se convirtió en médico de almas, usando sus dones de observación, investigación y comunicación para preservar y transmitir el mensaje de salvación.
Datos Biográficos Fundamentales de Lucas

Origen y Formación
La fecha de nacimiento de Lucas es incierta, aunque se cree que nació en Antioquía de Siria en el seno de una familia pagana. Contra la tradición que lo supone oriundo de Antioquía, algunos estudiosos sugieren que pudo haber nacido en la ciudad de Filipos, o al menos en Macedonia, ya que los pasajes donde habla en primera persona en los Hechos se refieren precisamente a acontecimientos de estos lugares, por él mejor conocidos que los restantes.
El nombre de Lucas, seguramente abreviación de Lucano o Lucio, puede ser el de un liberto entregado al estudio. Esta característica de hombre libre dedicado al aprendizaje explica su notable formación académica. En sus obras se infiere que recibió una educación completa en la tradición helenística, lo cual incluía retórica, filosofía, literatura y ciencias.
Profesión: Médico
De San Lucas, autor del Tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles, habla San Pablo en la Carta a los Colosenses definiéndolo como «Lucas, el médico querido» (Colosenses 4:14). Esta referencia confirma que Lucas ejercía la medicina, una profesión altamente respetada en el mundo antiguo que requería años de estudio y práctica.
La formación médica de Lucas se refleja claramente en sus escritos:
- Terminología médica precisa: Lucas emplea diversos términos médicos para hablar de las enfermedades y dolencias de aquellos que se acercan a Jesús. Tiene un interés especial en cuestiones de su profesión, describiendo con precisión clínica los síntomas y las curaciones (Lucas 1:41; 4:38-40; 5:15-25; 8:43-47).
- Enfoque en sanaciones: Quizás el interés de Lucas en la medicina es la razón por la cual su evangelio da una gran relevancia a las sanidades que Jesús realizó. Registra curaciones con detalles que solo un médico observaría.
- Compasión profesional: Como médico, Lucas era muy comprensivo. Un médico ve a cada uno tal cual es (mitad debilidad y mitad buena voluntad) y los ama y los comprende. Esta sensibilidad médica impregna todo su evangelio.
Cultura y Habilidades
Lucas poseía múltiples talentos que lo hacían único entre los escritores bíblicos:
- Dominio del griego: Su lengua era el griego, y lo escribía con una pureza y elegancia que supera a todos los otros autores del Nuevo Testamento. Escribe con el estilo elegante de un escritor que se dirige a las personas cultas del mundo griego que se interesaban por el cristianismo.
- Conocimientos de navegación: Los estudiosos han observado que Lucas tenía un excelente manejo de términos náuticos y conocimiento en la navegación. La clara descripción de Lucas de los viajes con Pablo en Hechos 27 parece indicar que había viajado mucho.
- Sensibilidad geográfica: Lucas estaba familiarizado con la geografía y tenía una pasión especial para registrar detalles geográficos y cronológicos precisos.
- Tradición artística: La tradición lo considera dotado para la pintura. Probablemente pintó un cuadro de la Virgen María que aún se venera en Roma. Es por ello que se le considera el santo patrono de los pintores y artistas, aunque tal noticia puede ser la transposición al campo pictórico del arte con que Lucas supo describir a los personajes en sus textos.
Encuentro con Jesús y Conversión

El Camino hacia la Fe
No sabemos nada de las circunstancias exactas de la conversión de Lucas, pero podemos deducir que ocurrió cuando los cristianos perseguidos de Jerusalén y de Cesarea buscaron refugio fuera de Palestina, llevando consigo el mensaje. Tal vez se convirtió a la fe cristiana en esta época, alrededor del año 40 d.C.
Un médico, nacido en Antioquía en el seno de una familia pagana, preocupado por sus enfermos, de quienes conocía la debilidad y, a menudo, la miseria, hasta el día en que escuchó hablar de Jesús. Como médico, se dedicaba al cuidado de las personas y percibió que, más allá de las enfermedades físicas, el mayor problema de ellas era la falta de esperanza y paz en el corazón.
Encuentro con el Mensaje de Cristo
Curioso y estudioso, la vida de Lucas fue transformada al elegir poner su fe en Jesús. Desde el momento en que escuchó, probablemente de labios de Pablo, sobre Jesucristo, Lucas abrazó la fe y no abandonó nunca más al Apóstol.
La conversión de Lucas representa el cumplimiento perfecto de la misión universal del evangelio. Como gentil educado en la tradición helenística, Lucas encarna la expansión del cristianismo más allá de las fronteras de Israel. Su transformación de médico pagano a evangelista cristiano demuestra que el mensaje de Cristo trasciende todas las barreras culturales, educativas y étnicas.
Respuesta a la Llamada
Aunque Lucas no fue llamado directamente por Jesús como los doce apóstoles, su respuesta al evangelio fue igualmente radical y comprometida. Dejó su lucrativa práctica médica privada para convertirse en colaborador misionero, poniendo sus habilidades profesionales, educativas y artísticas al servicio del evangelio.
La decisión de Lucas de dedicar su vida al ministerio cristiano muestra una profunda comprensión de las prioridades del Reino. Como profesional exitoso y culto, pudo haber tenido una vida cómoda, pero eligió la incertidumbre y los peligros del trabajo misionero junto a Pablo.
Ministerio y Actividad Evangelística

Compañero Inseparable de Pablo
Las primeras referencias a Lucas como persona están contenidas en las epístolas de San Pablo, en las que se le cita como «colaborador» (Filemón 1:24). Esta designación revela la naturaleza de su relación: no era simplemente un acompañante, sino un socio activo en la obra misionera.
Podemos deducir a través de los Hechos de los Apóstoles cuándo Lucas se une a Pablo. Hasta el capítulo 16 los Hechos están narrados en tercera persona, y de repente, inmediatamente después de la visión que tiene Pablo de un macedonio que le pide que pase a Macedonia, pasan a la primera persona del plural: «inmediatamente intentamos pasar a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para evangelizarles» (Hechos 16:10).
Los Viajes Misioneros
- Segundo viaje misionero (51 d.C.): Lucas se unió a Pablo en Troas, en Asia Menor, durante el segundo viaje misionero de Pablo. Algunos eruditos especulan que Lucas fue el «varón macedonio» a quien Pablo vio en su sueño (Hechos 16:9). Lucas acompañó a Pablo en el año 51 a Samotracia, Neápolis y Filipos. Después se repite otro pasaje en tercera persona, lo que nos hace pensar que Lucas no fue arrestado con Pablo e incluso que se quedara en Filipos después que el amigo se fue, posiblemente estableciendo y fortaleciendo la iglesia allí durante aproximadamente seis años.
- Tercer viaje misionero (57 d.C.): Siete años más tarde, Pablo regresa a aquella región y Lucas, que en el capítulo 20 vuelve a narrar en primera persona, está junto a él en Mileto, Tiro, Cesarea y Jerusalén (Hechos 20:5 y siguientes).
- Viaje a Roma (60-61 d.C.): Cuando Pablo fue conducido prisionero a Roma, Lucas lo acompañó en el peligroso viaje marítimo. Su relato detallado del naufragio en Hechos 27 demuestra que fue testigo ocular del evento.
Fidelidad en el Encarcelamiento
Cuando Pablo estaba en Roma cautivo en el año 61, Lucas se quedó a su lado, como demuestran las Cartas de Pablo a Filemón y a Timoteo. Esta fidelidad se volvió aún más notable en los momentos más difíciles.
Después de que todos abandonaran a Pablo en la fase final de su cautiverio, Lucas permaneció con él. El apóstol escribe: «Solo Lucas está conmigo» (2 Timoteo 4:11). Esta declaración conmovedora testifica la lealtad extraordinaria de Lucas, quien acompañó a Pablo hasta su martirio en Roma alrededor del año 67 d.C.
Lucas permaneció siempre vinculado a San Pablo, siendo su discípulo más fiel después de la partida de otros colaboradores. El Apóstol, en sus cartas, se refiere a él como «colaborador» y «querido médico», dejando escrito que solo Lucas le fue cercano y fiel hasta el final.
Doble Función: Médico y Evangelista
Durante sus viajes con Pablo, Lucas probablemente cumplió una doble función invaluable:
- Cuidado médico: Probablemente cuidaba de la quebrantada salud del gran apóstol, quien sufría de alguna enfermedad crónica que él llamaba su «aguijón en la carne» (2 Corintios 12:7). También habría atendido a otros misioneros y convertidos enfermos.
- Documentación histórica: Durante estos viajes, Lucas recopilaba información para sus escritos. Entrevistaba testigos oculares, registraba eventos y coleccionaba documentos que luego usaría para escribir su evangelio y los Hechos.
Características de su Evangelio

Metodología del Historiador
Lucas es único entre los evangelistas por su enfoque metódico y su declaración explícita de metodología. En su prólogo, escribe:
«Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos las enseñaron los que desde el principio las vieron con sus ojos y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido» (Lucas 1:1-4).
Esta introducción revela varios aspectos importantes:
- Investigación meticulosa: Lucas afirma haber «investigado con diligencia todas las cosas desde su origen». Como historiador capacitado, consultó fuentes, entrevistó testigos y verificó información.
- Fuentes testimoniales: Sus fuentes de información fueron personas que «desde el principio lo vieron con sus ojos» (Lucas 1:2), siendo testigos del ministerio terrenal del Salvador y de Su resurrección. Probablemente conoció y entrevistó a muchos testigos de los acontecimientos relatados: María, Felipe el evangelista, Juana (esposa de Chuza, mayordomo de Herodes Antipas), y otros.
- Narración ordenada: Lucas se propuso escribir una «narración ordenada», consecuente con la mentalidad médica, quien con frecuencia da detalles que otros narradores omiten.
- Propósito pastoral: Dirigió su evangelio específicamente a «Teófilo» (que significa «amigo de Dios» o «amado de Dios»), esperando brindar mayor instrucción y que conociera «bien la verdad» (Lucas 1:4) sobre el Hijo de Dios.
Evangelio Más Extenso y Literario
Lucas es el más largo de los cuatro evangelios, y es el libro más largo del Nuevo Testamento con 24 capítulos. La prosa de Lucas, muy rica, denota una alta formación académica y es, sin duda alguna, la más literaria de los autores del Nuevo Testamento. Su vocabulario es muy rico, pero sin adornos inútiles.
- Calidad literaria: Es un escritor muy agradable, y el que tiene el estilo más hermoso en el Nuevo Testamento. Sus dos libros (Lucas y Hechos) se leen con verdadero agrado. Un autor llamó a este escrito: «El libro más encantador del mundo».
- Estilo equilibrado: Escribe con el estilo elegante de un escritor que se dirige a las personas cultas del mundo griego, aunque huye del lenguaje clásico para hacerlo más comprensible al pueblo, acomodándose al lenguaje común.
Contenido Único
Algunas de las historias más conocidas de la cristiandad solamente se encuentran en el evangelio de Lucas:
- Las circunstancias del nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1:5-25, 57-80)
- La narración tradicional de Navidad (Lucas 2:1-20)
- El relato de Jesús como un niño de doce años en el templo (Lucas 2:41-52)
- La parábola del buen samaritano (Lucas 10:30-37)
- La parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-32)
- La parábola del hombre rico y Lázaro (Lucas 16:19-31)
- El relato de los diez leprosos (Lucas 17:11-19)
- El relato del Señor resucitado caminando con Sus discípulos en el camino a Emaús (Lucas 24:13-32)
Los Himnos Lucanos
Lucas incluye cuatro himnos o cánticos que no se encuentran en los otros evangelios, probablemente preservados de la liturgia primitiva cristiana:
| Himno | Pasaje | Significado | 
|---|---|---|
| El Magnificat (Cántico de María) | Lucas 1:46-55 | La alabanza de María por la salvación | 
| El Benedictus (Cántico de Zacarías) | Lucas 1:68-79 | Profecía sobre el Mesías y Juan el Bautista | 
| El Gloria in Excelsis Deo | Lucas 2:14 | El cántico de los ángeles en Belén | 
| El Nunc Dimittis (Cántico de Simeón) | Lucas 2:29-32 | La declaración de Simeón al ver al Mesías | 
Algún exégeta avanza en la hipótesis de que fue la propia María quien le transcribió el himno del «Magnificat» que ella elevó a Dios en un momento de exultación en el encuentro con su prima Isabel.
Relación Especial con María
La relación particular con María es otra de las características principales del Evangelio de Lucas. Gracias a él, presuntamente por el testimonio directo que le hizo María, conocemos las palabras de la Anunciación, de la visita a Isabel y del «Magnificat», gracias a él conocemos detalles de la Presentación en el Templo y el retrato preciso de la angustia de María y José que no consiguen encontrar a su hijo de doce años.
Tal vez fue María la que le proporcionó la mayor parte de la información que se contiene en los primeros capítulos de su evangelio. Lucas conservó testimonios de las primeras comunidades de Palestina de las cuales formaba parte María. Esos capítulos otorgan de partida al evangelio de Lucas su carácter propio.
Enseñanzas y Contribuciones Teológicas Principales

La Misericordia de Dios: Tema Central
El Evangelio de san Lucas es el Evangelio de la misericordia y tiene como objetivo presentar la ternura de Dios para con todos los pecadores y necesitados. Dante definió al evangelista Lucas como «scriba mansuetudinis Christi» (el escritor de la mansedumbre, de la misericordia, del amor de Cristo).
Dios compasivo y misericordioso: En todo momento la actitud de Jesús, y la imagen de Dios que transmiten sus palabras serán la de bondad y cuidado de sus criaturas, es el rasgo predominante en el Evangelio. La alegría de Dios que quiere salvar a toda la humanidad se encuentra en todo el evangelio.
El poeta Dante le dio a San Lucas este apelativo: «el que describe la amabilidad de Cristo». Con razón el Cardenal Mercier cuando un alumno le dijo: «Por favor aconséjeme cuál es el mejor libro que se ha escrito acerca de Jesucristo», le respondió: «El mejor libro que se ha escrito acerca de Jesucristo se llama: El Evangelio de San Lucas».
El Evangelio de los Pobres y Pecadores
Lucas se siente impresionado por la profunda humanidad de Jesús. El mensaje de Jesús está centrado en los pobres y pecadores. Un tema que se percibe por todo el Evangelio de Lucas es la compasión de Jesús por los gentiles, samaritanos, mujeres, niños, recaudadores de impuestos, pecadores y otros que con frecuencia eran considerados como desechados de la sociedad de Israel.
Recaudadores de impuestos: Cada vez que Lucas menciona a un recaudador de impuestos (Lucas 3:12; 5:27; 7:29; 15:1; 18:10-13; 19:2) es en un sentido positivo. La historia de Zaqueo es exclusiva de Lucas.
Los pobres materiales y espirituales: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres» (Lucas 4:18). Los débiles y los oprimidos eran literalmente incapaces de mejorar su suerte en la vida, y estaban especialmente abiertos al mensaje de que «el reino de Dios se ha acercado».
Otro nombre que le han dado a su escrito es el «evangelio de los pecadores», porque presenta siempre a Jesús infinitamente comprensivo con los que han sido víctimas de las pasiones humanas. Lucas quiere insistir en que el amor de Dios no tiene límites ni rechaza a quien desea arrepentirse y cambiar de vida.
Salvación Universal para Gentiles
La apertura del Evangelio a los no judíos es fundamental en Lucas. Lucas escribe para una comunidad formada en su mayoría por paganos y busca dejar claro que la promesa de Dios al pueblo judío es ahora aplicable a los no judíos.
Audiencia gentil: Los escritos de Lucas fueron especialmente para los griegos, muchos de los cuales acababan de venir a la fe en Cristo. Su Evangelio es universal en alcance (Lucas 2:10; 3:6).
Ejemplos de gentiles: Solo Lucas, de los escritores de los Evangelios, menciona la viuda en Sidón (Lucas 4:25-26), Naamán de Siria (Lucas 4:27), el buen samaritano (Lucas 10:30-37) y los tiempos de los gentiles (Lucas 21:24).
En su Evangelio, Lucas demuestra una sensibilidad particular en lo que se refiere a la evangelización de los gentiles. Es él quien narra la parábola del Buen Samaritano, es él quien cita las palabras de aprecio de Jesús por la fe de la viuda de Sarepta, de Naamán el Sirio y del Samaritano leproso, el único que vuelve para dar las gracias tras haber sido curado.
El Rol de las Mujeres
Ese sentido profundamente humano de Lucas se ve por ejemplo en el cuidado que puso para recordar la actitud de Jesús con respecto a las mujeres. En su evangelio demuestra una gran estimación por la mujer. Todas las mujeres que allí aparecen son amables y Jesús siempre les demuestra gran aprecio y verdadera comprensión.
Lucas presenta a mujeres en roles prominentes y dignos:
- María, la madre de Jesús, tiene un lugar central en los primeros capítulos
- Isabel, la madre de Juan el Bautista
- Ana, la profetisa en el templo (Lucas 2:36-38)
- La viuda de Naín (Lucas 7:11-17)
- La mujer pecadora que ungió a Jesús (Lucas 7:36-50)
- María y Marta (Lucas 10:38-42)
- Las mujeres que sostenían económicamente el ministerio de Jesús (Lucas 8:2-3)
La Oración: Vida de Comunión con Dios
Lucas nos presenta la oración como una actitud fundamental de Jesús, que la practicará asiduamente y tratará de enseñar a sus discípulos. Lucas da prominencia a la oración más que cualquier otro evangelista.
- Oraciones de Jesús: Relata nueve oraciones de Jesús, de las cuales solo dos se encuentran en los otros Evangelios. Lucas enfatiza cómo oraba Jesucristo (Lucas 3:21; 5:16; 6:12; 9:18; 11:1).
- Parábolas sobre la oración: Dos de sus parábolas particulares tratan de la oración: el amigo persistente (Lucas 11:1-13) y la viuda y el juez injusto (Lucas 18:1-8).
- Momentos de oración: Solo Lucas nos informa que Jesús intercedió por Pedro (Lucas 22:31-32), que exhortó a los discípulos a orar en Getsemaní (Lucas 22:40), y que oró por sus enemigos (Lucas 23:34).
El Espíritu Santo
El Espíritu Santo es otro tema importante en Lucas (Lucas 4:1, 14; 10:21; 11:13; 24:49). Lucas prepara el terreno en su evangelio para la obra del Espíritu que desarrollará ampliamente en Hechos de los Apóstoles.
Gozo y Alabanza
El gozo y la alabanza ocupan un lugar especial (Lucas 1:14, 44, 47; 6:21, 23; 10:21; 15:23, 32; 24:52-53). El evangelio de Lucas comienza y termina en el templo, en atmósfera de alabanza y gozo.
Relación con la Palabra y Aspectos de Jesús que Enfatiza

Jesús como el Gran Médico
Como médico, Lucas presenta naturalmente a Jesús como el Gran Médico que sana tanto el cuerpo como el alma. Su evangelio da una gran relevancia a las sanidades que Jesús realizó, describiendo los milagros con la precisión de quien entiende la medicina.
Sanación física y espiritual: Lucas enfatiza que Jesús vino a sanar la condición humana completa. «Los que necesitan médico no son los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento» (Lucas 5:31-32).
Compasión activa: Lucas muestra a Jesús no solo enseñando sobre la compasión, sino practicándola activamente al tocar leprosos, sanar paralíticos, devolver la vista a ciegos y resucitar muertos.
Jesús como Salvador de los Perdidos
La progresión inevitable de Jesús hacia la cruz es un tema que Lucas enfatizó a lo largo de su narración. Este fue el propósito mismo para el cual Cristo había venido a la Tierra (Lucas 9:22-23; 17:25; 18:31-33; 24:25-26, 46).
La salvación de los pecadores fue su entera misión: «Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). Esta declaración resume perfectamente el tema central del evangelio de Lucas.
Jesús como Redentor
Lucas proporciona abundantes enseñanzas doctrinales. Es el primer escritor del Nuevo Testamento que introduce el tema de la redención (Lucas 1:68; 2:38; 21:28; 24:21). Presenta a Jesús como el Mesías (Zacarías 6:12), un verdadero Pariente Redentor para la humanidad.
La Humanidad del Señor
La humanidad del Señor se revela en su dependencia del Padre en la oración, y del Espíritu Santo. Lucas, más que otros evangelistas, muestra a Jesús orando en los momentos cruciales de su ministerio. La delicadeza de Lucas se nota también en el hecho que mitiga los sentimientos fuertes de Jesús: no se ve a Jesús en cólera, o violento con Pedro.
El Viaje a Jerusalén
Comenzando con Lucas 9:51, Lucas usó diez capítulos de su narración para dar un diario del viaje final de Jesús a Jerusalén. Gran parte del material en esta sección solo lo encontramos en Lucas. Este es el corazón del Evangelio de Lucas.
Este plan lucano sigue un itinerario geográfico, que es al mismo tiempo un itinerario espiritual: Comienza en Jerusalén, centro del judaísmo, con el anuncio del nacimiento del bautista, que hace de enlace entre la Antigua y Nueva Alianza. Luego se traslada a Galilea, centro del mensaje de Jesús. Desde Galilea, Jesús emprende su subida hacia Jerusalén. En Jerusalén, centro de la Buena Noticia, el Evangelio se anuncia en Judea, luego en Samaria y hasta los confines de la tierra.
Últimos Días del Evangelista Lucas

Ministerio Posterior a Pablo
Según la tradición, después de la muerte de Pedro y de Pablo alrededor del año 67 d.C., Lucas habría predicado en Macedonia, Acaya, Galacia y Beocia. Esta fue la última noticia cierta que tenemos sobre el Evangelista según las fuentes históricas confiables.
Durante este período, Lucas habría continuado fortaleciendo las iglesias establecidas por Pablo y estableciendo nuevas comunidades cristianas en regiones que aún no habían sido evangelizadas. Su reputación como compañero de Pablo y autor del evangelio le habría dado autoridad considerable en estas comunidades.
La Escritura de su Evangelio y Hechos
Para él, el Evangelio de Lucas y el libro de los Hechos eran las dos mitades de una misma obra. Con toda probabilidad tanto una como otra fueron terminadas antes del año 64 o 65, aunque algunos estudiosos proponen fechas ligeramente posteriores.
Lugar de composición: Tal vez fue en Grecia donde redactó su evangelio y el libro de los Hechos. No se sabe exactamente dónde escribió Lucas su evangelio, aunque la tradición más antigua sugiere que lo hizo después de establecerse en Grecia.
Hechos de los Apóstoles: Este libro proporciona un testigo único de los primeros acontecimientos de las comunidades cristianas. Es completamente original en el Nuevo Testamento, presentando los primeros pasos de la iglesia y estando basado en parte en su propia experiencia, incluyendo secciones relatadas en primera persona.
Circunstancias de su Muerte
Sobre su destino final, no se tiene suficiente certeza. Las noticias sobre su muerte son inciertas, y existen diferentes tradiciones:
- Tradición de muerte natural: De acuerdo al «Prefatio vel argumentum Lucae» (Prefacio o argumento de Lucas), murió siendo anciano, probablemente a los 84 años. No existe evidencia concluyente de que fuera martirizado. La tradición más antigua narra que murió en Beocia, región de Grecia, a los 84 años después de haberse establecido allí para escribir su Evangelio.
- Tradición del martirio: Existe una tradición según la cual habría sido martirizado junto a Andrés, el Apóstol, en la tierra de Patras, provincia romana de Acaya. De acuerdo a esta misma tradición, Lucas habría muerto colgado de un árbol. Se menciona que se colgó de los pies. Sin embargo, esta tradición tiene menos apoyo histórico.
- Muerte pacífica: La mayoría de los estudiosos se inclinan hacia la tradición de que Lucas murió de muerte natural, permaneciendo soltero a lo largo de su vida y dedicado completamente al servicio del evangelio hasta sus últimos días.
Legado y Veneración
Aunque no se conoce con certeza el lugar exacto de su sepultura, la tradición sostiene que sus reliquias fueron eventualmente trasladadas. La Iglesia Católica y otras confesiones cristianas lo veneran como santo, siendo su fiesta celebrada el 18 de octubre.
Lucas es considerado el santo patrono de:
- Médicos y cirujanos: Debido a su profesión médica
- Pintores y artistas: Por la tradición de que pintó el primer retrato de la Virgen María
- Escultores: Por su habilidad descriptiva
- Notarios: Por su precisión documental
- Solteros: Por haber permanecido célibe toda su vida
Su símbolo como evangelista es el toro o buey alado, porque su evangelio comienza con los sacrificios que hacían en el templo, donde cada tarde se sacrificaba una res. Este simbolismo fue fijado por San Jerónimo basándose en la visión de Ezequiel.
Conclusión
La vida y obra de Lucas el Evangelista representan una contribución única e invaluable al cristianismo. Como el único autor gentil del Nuevo Testamento, Lucas construyó un puente crucial entre el mundo judío de Jesús y el mundo greco-romano al que el evangelio se expandía. Su formación como médico, su educación helenística y su don literario se combinaron providencialmente para crear el retrato más completo y compasivo de Jesucristo.
El Evangelio de Lucas no es simplemente una biografía histórica de Jesús, aunque ciertamente es eso. Es un testimonio apasionado de la misericordia infinita de Dios, una declaración radical de que la salvación es para todos sin excepción: judíos y gentiles, hombres y mujeres, ricos y pobres, justos y pecadores. Lucas nos presenta a un Salvador que no vino a condenar sino a salvar, que no excluyó sino que incluyó, que no rechazó a los marginados sino que los buscó activamente.
La meticulosidad de Lucas como historiador garantiza la confiabilidad de su narrativa. Su investigación cuidadosa, sus entrevistas con testigos oculares y su atención a los detalles geográficos y cronológicos proporcionan una base sólida para la fe cristiana. Al mismo tiempo, su sensibilidad literaria y su corazón pastoral transforman los hechos históricos en una narrativa que toca el corazón y transforma vidas.
Finalmente, la fidelidad de Lucas a Pablo hasta el martirio del apóstol, su dedicación a preservar el testimonio de los primeros testigos, y su compromiso de toda la vida con el evangelio nos desafían a todos. Su vida demuestra que Dios puede usar poderosamente a aquellos que ponen sus talentos profesionales, su educación y sus dones al servicio del Reino. El médico de cuerpos se convirtió en médico de almas, y su receta sigue siendo efectiva dos mil años después: el amor incondicional de Dios revelado en Jesucristo.



