
Publicado en julio 14, 2025, última actualización en septiembre 5, 2025.
Mateo, también conocido como Leví (Marcos 2:14, Lucas 5:27), emerge como una de las figuras más extraordinarias del cristianismo primitivo del siglo I. Vivió durante la ocupación romana de Palestina, en una época de intensas tensiones políticas, sociales y religiosas, cuando el pueblo judío anhelaba la liberación mesiánica prometida en las Escrituras.
Su evangelio, tradicionalmente colocado como el primero en el canon del Nuevo Testamento, representa una obra maestra de síntesis teológica y apologética judío-cristiana.
Escrito con una perspectiva claramente hebrea, constituye el puente más efectivo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, demostrando sistemáticamente cómo Jesús cumple las profecías mesiánicas.
La importancia de su contribución radica en haber proporcionado la presentación más completa de las enseñanzas de Jesús, organizadas temáticamente para la instrucción doctrinal, y en haber establecido el fundamento bíblico para entender a Jesús como el Mesías prometido al pueblo de Israel y a todas las naciones.
Datos Biográficos Fundamentales del Evangelista Mateo
Las fuentes bíblicas indican que Mateo nació en Galilea, probablemente en Cafarnaúm o sus alrededores, donde estableció su oficina de recaudación de impuestos (Mateo 9:9).
Su nombre hebreo «Matityahu» significa «don de Yahvé», sugiriendo una familia piadosa que esperaba las bendiciones divinas. Su padre, Alfeo (Marcos 2:14), posiblemente también estaba involucrado en actividades comerciales o fiscales.
Profesión u ocupación
Antes de su llamado, Mateo ejercía como telōnēs (publicano), recaudador de impuestos para el gobierno romano. Esta profesión, aunque económicamente lucrativa, lo colocaba en una posición de profundo desprecio social y religioso entre sus compatriotas judíos.
Trabajaba en la aduana de Cafarnaúm, recaudando impuestos sobre el comercio que transitaba por la Vía Maris, la importante ruta comercial que conectaba Damasco con Egipto.
Educación y formación cultural
Su ocupación requería alfabetización en múltiples idiomas (arameo, griego y posiblemente latín) y habilidades matemáticas y contables avanzadas. Esta formación multicultural y administrativa se evidencia en la organización sistemática de su evangelio.
Su conocimiento profundo de las Escrituras hebreas sugiere que, a pesar de su profesión controvertida, mantuvo un interés genuino en las tradiciones religiosas de su pueblo.
Encuentro con Jesús y Conversión
El encuentro de Mateo con Jesús ocurrió en su lugar de trabajo, la oficina de recaudación de impuestos en Cafarnaúm.
Jesús se acercó directamente y le dirigió las palabras transformadoras: «Sígueme» (Mateo 9:9). Esta invitación directa y personal rompió todas las barreras sociales y religiosas de la época.
Proceso de conversión
Su conversión fue instantánea y radical. La respuesta inmediata de abandonar todo y seguir a Jesús (Lucas 5:28) contrasta dramáticamente con su situación social previa. Esta decisión implicaba no solo un cambio de ocupación sino una transformación completa de identidad y estatus social.
Llamado específico y respuesta personal
El llamado de Mateo fue directo y personal. Su respuesta incluyó la organización inmediata de un gran banquete (Lucas 5:29) donde invitó a sus colegas publicanos y pecadores a conocer a Jesús, demostrando desde el inicio su vocación evangelística.
Transformación personal
La metamorfosis de Mateo fue extraordinaria: de colaborador del sistema opresor romano se convirtió en proclamador del Reino de los Cielos. Su experiencia personal de gracia y perdón se refleja en el énfasis que da en su evangelio a la misericordia divina y la inclusión de los marginados.
Relación con Jesús y los Apóstoles
Mateo fue uno de los doce apóstoles elegidos directamente por Jesús (Mateo 10:3), manteniendo una relación de discípulo directo durante todo el ministerio terrenal del Maestro. Su inclusión en el círculo apostólico fue revolucionaria, dada su procedencia social despreciada.
Papel en la comunidad apostólica primitiva
Funcionó como el cronista y organizador sistemático de las enseñanzas de Jesús. Su formación administrativa y sus habilidades de documentación lo capacitaron únicamente para preservar y organizar el contenido doctrinal del ministerio de Cristo.
Testimonios directos o indirectos
Como testigo ocular de los tres años del ministerio público de Jesús, Mateo tuvo acceso directo a todas las enseñanzas y eventos principales. Su evangelio refleja la perspectiva de alguien que estuvo presente en los momentos más significativos de la vida y ministerio de Cristo.
Fuentes de información
Su fuente principal fue su experiencia personal como discípulo directo. Además, su evangelio muestra evidencia de haber consultado colecciones previas de dichos de Jesús (posiblemente la fuente Q) y tradiciones orales de la comunidad apostólica primitiva.
Ministerio y Actividad Evangelística de Mateo
Según la tradición cristiana primitiva, Mateo inicialmente ministró en Palestina entre las comunidades judías. Posteriormente, las fuentes patrísticas sugieren que predicó en Etiopía, Persia, y posiblemente en otras regiones del Oriente, llevando el evangelio a comunidades tanto judías como gentiles.
Método evangelístico
Su enfoque era sistemático y didáctico, organizando las enseñanzas de Jesús de manera temática para facilitar la instrucción doctrinal.
Su método incluía la demostración constante de cómo Jesús cumplía las profecías del Antiguo Testamento, haciendo su mensaje especialmente efectivo con audiencias judías.
Colaboradores principales
Trabajó estrechamente con los otros apóstoles en la iglesia de Jerusalén y posteriormente con misioneros y evangelistas en sus viajes. Su evangelio sugiere conexiones con comunidades judeocristianas organizadas y educadas.
Desafíos enfrentados
Enfrentó la hostilidad inicial debido a su pasado como publicano, la persecución de las autoridades judías y romanas, y el desafío de comunicar efectivamente cómo el mensaje de Jesús trascendía las expectativas mesiánicas tradicionales judías sin contradecir las Escrituras.
Características del Evangelio de Mateo
Mateo escribió principalmente para cristianos de trasfondo judío y simpatizantes gentiles del judaísmo (temerosos de Dios).
Su evangelio está diseñado para lectores familiarizados con las Escrituras hebreas y las tradiciones rabínicas, pero necesitados de demostrar que Jesús es el Mesías prometido.
Propósito teológico
Su objetivo central era demostrar que Jesús es el Cristo, el Hijo de David, el Rey prometido que establece el Reino de los Cielos. Enfatiza la continuidad entre el Antiguo y Nuevo Testamento, mostrando cómo Jesús cumple perfectamente las profecías mesiánicas.
Estructura y organización
Organiza su material en cinco grandes discursos (Sermón del Monte, instrucciones misioneras, parábolas del Reino, enseñanzas sobre la iglesia, y discurso escatológico), posiblemente imitando la estructura del Pentateuco. Esta organización facilita la memorización y enseñanza sistemática.
Estilo literario
Emplea un estilo didáctico y ordenado, con abundante uso de fórmulas de cumplimiento profético. Su griego es correcto y fluido, mostrando educación formal. Utiliza estructuras numéricas (genealogías organizadas en grupos de 14) y patrones mnemotécnicos que facilitan la transmisión oral.
Énfasis teológicos distintivos
- Jesus como el Mesías davídico y Rey de Israel
- El Reino de los Cielos como realidad presente y futura
- El cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento
- La nueva justicia que supera la de los fariseos
- La iglesia como el nuevo pueblo de Dios
- La misión universal incluyendo a los gentiles
Enseñanzas y Contribuciones Teológicas Principales del Evangelista Mateo
Mateo desarrolló una teología del Reino de los Cielos que equilibra la dimensión presente y escatológica del reinado de Dios.
Su cristología presenta a Jesús como el cumplimiento perfecto de las expectativas mesiánicas, mientras que su eclesiología establece los fundamentos para la organización de la iglesia primitiva.
Presentación de la figura de Jesús
Presenta a Jesús con títulos mesiánicos específicos: «Hijo de David» (Mateo 1:1), «Rey de los judíos» (Mateo 2:2), «Emmanuel» (Mateo 1:23), enfatizando su identidad como el Mesías prometido que establece el Reino de Dios en la tierra.
Enseñanzas éticas y morales
Desarrolla extensamente la ética del Reino en el Sermón del Monte (Mateo 5-7), presentando estándares morales que trascienden la justicia farisaica. Enfatiza el perdón (Mateo 6:14-15), el amor a los enemigos (Mateo 5:44), y la integridad personal.
Contribuciones únicas
Mateo proporciona contenido exclusivo como la genealogía mesiánica (Mateo 1:1-17), los relatos de la infancia (Mateo 1-2), y enseñanzas específicas sobre la organización eclesial (Mateo 18:15-20).
Parábolas o discursos exclusivos
Mateo preserva parábolas únicas como el trigo y la cizaña (Mateo 13:24-30), el tesoro escondido (Mateo 13:44), la perla de gran precio (Mateo 13:45-46), los obreros de la viña (Mateo 20:1-16), y las diez vírgenes (Mateo 25:1-13).
Relación con la Palabra y Mensaje de Jesús
Mateo demuestra un compromiso excepcional con la preservación exacta de las enseñanzas de Jesús. Su organización temática no compromete la fidelidad histórica sino que facilita la comprensión y memorización del contenido doctrinal.
Interpretación teológica
Interpreta los eventos y enseñanzas de Jesús como el cumplimiento directo de las promesas del Antiguo Testamento. Ve en cada aspecto del ministerio de Cristo una demostración de que él es el Mesías prometido a Israel y la luz para las naciones.
Contextualización cultural
Adapta magistralmente el mensaje universal de Jesús para comunidades judías, utilizando conceptos familiares como «Reino de los Cielos» (preferido sobre «Reino de Dios» por respeto al nombre divino) y referencias constantes a las Escrituras hebreas.
Aspectos de Jesús que más enfatiza
Destaca especialmente a Jesús como el Rey mesiánico que establece un reino de justicia y paz, el Maestro que enseña con autoridad divina (Mateo 7:29), y el Salvador que vino a salvar a su pueblo de sus pecados (Mateo 1:21).
Legado y Tradición Posterior
La obra de Mateo estableció los fundamentos de la teología del Reino y la cristología mesiánica. Su influencia en la liturgia cristiana primitiva fue enorme, especialmente a través del Sermón del Monte y el Padrenuestro (Mateo 6:9-13). Los Padres de la Iglesia como Juan Crisóstomo y Jerónimo de Estridón lo citaron extensamente.
Tradiciones sobre su muerte
Las fuentes patrísticas ofrecen relatos diversos sobre su martirio. Según algunas tradiciones, fue martirizado en Etiopía, mientras otras mencionan Persia o Partia. La tradición más extendida sugiere que murió como mártir por la espada, aunque algunos relatos indican muerte natural después de larga vida misionera.
Veneración en las diferentes tradiciones cristianas
Es venerado como santo y mártir en todas las tradiciones cristianas principales. Su fiesta se celebra el 21 de septiembre en el calendario occidental y el 16 de noviembre en algunas tradiciones orientales. Es considerado patrono de banqueros, contadores, y recaudadores de impuestos convertidos.
Símbolos e iconografía
Tradicionalmente se le representa con un hombre o ángel alado, símbolo derivado de Ezequiel 1:10 y Apocalipsis 4:7, representando la humanidad de Cristo enfatizada en su evangelio. También se le asocia con instrumentos de escritura, bolsas de dinero (aludiendo a su pasado) transformadas en libros sagrados, y una espada (símbolo de su martirio).
Relevancia Contemporánea del Evangelista Mateo
Los temas mateanos de transformación personal, justicia social, perdón radical, y construcción del Reino de Dios resuenan poderosamente en el contexto contemporáneo. Su énfasis en que el evangelio transforma tanto individuos como estructuras sociales ofrece esperanza para un mundo que busca justicia y reconciliación.
Enseñanzas vigentes
Su modelo de organización sistemática de la enseñanza cristiana sigue siendo valioso para la educación religiosa contemporánea. Su capacidad para demostrar la continuidad entre tradición y novedad es especialmente relevante para iglesias que buscan equilibrar fidelidad bíblica y relevancia cultural.
Aspectos de su ejemplo personal
La transformación radical de Mateo desde colaborador del sistema opresor hasta evangelista del Reino ofrece esperanza poderosa para cualquier persona que se sienta descalificada para el servicio cristiano debido a su pasado. Su ejemplo demuestra que ningún trasfondo impide la gracia transformadora de Dios.
Contribución al diálogo ecuménico
Su evangelio, reconocido por todas las tradiciones cristinas como texto fundamental, proporciona terreno común sólido para el diálogo ecuménico. Su presentación equilibrada de Jesús como judío fiel y Salvador universal facilita también el diálogo judeocristiano contemporáneo.
Mateo permanece como testimonio viviente de que la gracia divina puede transformar radicalmente cualquier vida, sin importar cuán despreciada o marginal sea socialmente.
Su legado continúa inspirando a cristianos de todas las tradiciones a entender que el Reino de los Cielos está abierto para todos los que responden con fe al llamado de Jesús, recordándonos que el evangelio tiene poder para transformar tanto corazones individuales como estructuras sociales injustas.