
Publicado en agosto 9, 2025, última actualización en septiembre 30, 2025.
Una de las preguntas más fascinantes del estudio bíblico surge al comparar los relatos de las unciones de Jesús con aceite perfumado.
Los cuatro evangelios narran episodios donde una mujer unge a Jesús con costoso perfume, pero las diferencias en detalles, ubicaciones y circunstancias han generado un debate duradero: ¿fueron estos relatos del mismo evento visto desde diferentes perspectivas, o realmente ocurrieron dos unciones separadas?
La cuestión se complica cuando consideramos que dos de los evangelistas fueron testigos presenciales, mientras que los otros dos recopilaron testimonios de quienes estuvieron presentes.
Puntos Clave
- Los cuatro evangelios narran episodios de unción, pero con diferencias significativas en ubicación, tiempo y circunstancias que sugieren eventos distintos.
- Dos testimonios directos provienen de Mateo y Juan, quienes fueron testigos presenciales, mientras que Marcos y Lucas recopilaron información de otros testigos.
- Las diferencias geográficas muestran una unción en Galilea (casa de Simón el fariseo) y otra en Betania (casa de Simón el leproso según Mateo/Marcos, casa de Lázaro según Juan), indicando eventos separados.
- La identidad de las mujeres varía: Lucas presenta una «mujer pecadora» anónima, mientras Juan identifica específicamente a María de Betania.
- El contexto temporal difiere notablemente: una unción ocurre durante el ministerio galileo temprano, otra pocos días antes de la crucifixión.
- La interpretación tradicional ha tendido a fusionar los relatos, pero el análisis cuidadoso sugiere que fueron dos eventos históricos distintos.
Los Relatos Evangélicos: Un Análisis Detallado de la Uncion

Para comprender correctamente estos episodios, debemos examinar cada relato evangélico en su contexto específico y considerar las fuentes de información de cada evangelista.
El Relato de Lucas: La Unción en Galilea
El Evangelio de Lucas presenta una unción en la región septentrional, ya que Lucas 7 indica que Jesús estaba ministrando en las regiones septentrionales de Naín y Cafarnaúm. En Lucas 7:36-50, encontramos el relato de una mujer pecadora que unge los pies de Jesús en casa de Simón el fariseo.
Esta narración tiene características distintivas que la separan de los otros relatos. La mujer utiliza sus lágrimas, así como perfume. Las críticas en este relato se dirigen a Jesús por permitir que una pecadora le toque. El énfasis está en el perdón de los pecados y el gran amor que demuestra esta mujer arrepentida.
Lucas, como médico y compañero de Pablo, no fue un testigo ocular de los hechos que narra, no es un apóstol de Jesús, pero investigó todos los hechos, por lo que es probable que hubiese conocido y entrevistado a muchos testigos de los acontecimientos relatados.
Los Relatos Sinópticos: La Unción en Betania
Los evangelios de Mateo, Marcos y Juan narran una unción diferente que ocurre en Betania. El relato de Mateo 26:6-13, Marcos 14:3-9 y Juan 12:1-8 tiene como localización la ciudad de Betania. Esta unción tiene lugar en casa de Simón según Mateo y Marcos (quien lo identifican como «el leproso»), mientras que Juan 12:1-3 indica que fue en casa de Lázaro, donde vivían Marta y María, especificando que «Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él».
En los relatos de Mateo, Marcos y Juan, Jesús vincula la unción con la preparación de su entierro, ya que sería crucificado pocos días después. Esta interpretación profética de la unción establece un contexto completamente diferente al relato de Lucas.
Esta diferencia en la ubicación específica entre los evangelios sinópticos (casa de Simón) y Juan (casa de Lázaro) podría explicarse de varias maneras: ambas casas podrían haber estado muy cerca en Betania, o la cena podría haberse celebrado en casa de Simón pero con la participación de la familia de Lázaro como invitados especiales, considerando la reciente resurrección de Lázaro que había causado gran revuelo en la comunidad.
Testigos Presenciales vs. Testimonios Recopilados
Un factor crucial para entender estas diferencias radica en identificar qué evangelistas fueron testigos directos y cuáles recopilaron testimonios.
Los Testigos Presenciales: Mateo y Juan
La evidencia histórica y patrística indica que los evangelios de Mateo y Juan fueron escritos por testigos presenciales. Mateo, el recaudador de impuestos convertido en apóstol, habría estado presente en la unción de Betania. Mateo y Juan fueron testigos oculares de la mayoría de los eventos en sus narraciones.
Juan, identificado como el discípulo amado, proporciona detalles específicos sobre la unción en Betania, incluyendo el nombre de la mujer (María) y el precio exacto del perfume (300 denarios). Su testimonio directo aporta detalles únicos que solo un testigo presencial podría conocer.
Los Recopiladores: Marcos y Lucas
Los evangelios de Marcos y Lucas fueron escritos por colaboradores cercanos de los apóstoles. Marcos y Lucas tuvieron acceso a los testigos oculares.
Marcos, tradicionalmente asociado con Pedro, muy probablemente, Marcos recogió información para su Evangelio del apóstol Pedro. Su relato de la unción en Betania refleja el testimonio de Pedro, quien habría estado presente en ese evento.
Lucas, siendo meticuloso en su investigación, precisa que fue a indagar el testimonio de los primeros servidores de la Palabra, es decir, de los apóstoles. Su relato de la unción en Galilea proviene de testimonios de quienes presenciaron ese evento específico.
Diferencias Fundamentales Entre los Relatos
| Detalle | Mateo 26:6–13 | Marcos 14:3–9 | Juan 12:1–8 | Lucas 7:36–50 | 
|---|---|---|---|---|
| Lugar | Casa de Simón el leproso | Casa de Simón el leproso | Casa de Lázaro, Marta y María | Casa de Simón el fariseo | 
| Ciudad | Betania | Betania | Betania | No especificada (probablemente Galilea) | 
| Fecha | 2 días antes de la Pascua | 2 días antes de la Pascua | 6 días antes de la Pascua | Mucho antes de la Pascua, en el ministerio inicial | 
| Mujer | No se nombra | No se nombra | María, hermana de Lázaro | Mujer pecadora sin nombre | 
| Parte ungida | Cabeza de Jesús | Cabeza de Jesús | Pies de Jesús | Pies de Jesús | 
| Perfume | Nardo puro, muy costoso | Nardo puro, muy costoso | Nardo puro, muy costoso | Perfume (no se especifica tipo) | 
| Reacción negativa | Discípulos se indignan | Algunos se enojan | Judas protesta | Simón duda de Jesús por dejar que la mujer lo toque | 
| Motivo de la protesta | “Se pudo vender y dar a los pobres” | “Se pudo vender y dar a los pobres” | “Se pudo vender por 300 denarios y dar a los pobres” | “Si fuera profeta, sabría qué clase de mujer lo toca” | 
| Respuesta de Jesús | La defiende, dice que lo hizo para su sepultura | La defiende, dice que lo hizo para su sepultura | La defiende, dice que siempre habrá pobres | Defiende a la mujer y enseña sobre el perdón | 
| Enfoque del relato | Valor espiritual del gesto | Valor espiritual del gesto | Relación personal de María con Jesús | Perdón y amor a los pecadores | 
La Confusión Histórica y Tradicional

La identidad de María Magdalena como María de Betania y «la mujer quien fue una pecadora» fue establecida en la homilía 33 que el papa Gregorio I dio en el año 591.
Esta identificación, aunque influyente en la tradición occidental, no es necesaria porque no hay por qué relacionar a Juan con Lucas; los relatos difieren en varios detalles.
Argumentos a Favor de Eventos Separados
La evidencia textual y contextual apoya fuertemente la interpretación de dos eventos distintos:
- Diferentes contextos geográficos: La ubicación geográfica no se identifica como Betania en el relato de Lucas, mientras que los otros tres evangelios especifican claramente Betania.
- Distintos anfitriones: La casa en Mateo y Marcos es de Simón el leproso, mientras que en Lucas es la casa de un fariseo llamado Simón.
- Diferentes propósitos narrativos: Cada relato sirve propósitos teológicos distintos en el contexto del evangelio respectivo.
Perspectivas Denominacionales Modernas
Las diferentes tradiciones cristianas han abordado esta cuestión de maneras variadas, reflejando diferentes enfoques hermenéuticos.
Enfoque Católico Tradicional
La tradición católica, influenciada por la homilía de Gregorio Magno, ha tendido históricamente a identificar las figuras como la misma persona.
Sin embargo, los datos evangélicos no sugieren que haya que identificar a María Magdalena con María, la que le unge a Jesús en Betania, pues parece que ésta es la hermana de Lázaro.
Enfoques Protestantes y Evangélicos
Muchas tradiciones protestantes han adoptado la interpretación de eventos separados, enfatizando la importancia de leer cada texto en su contexto específico sin forzar armonizaciones innecesarias.
Perspectiva Académica Contemporánea
Los estudios bíblicos modernos, utilizando métodos críticos, en general, se considera que los relatos son acontecimientos independientes, aunque a menudo se han mezclado.
El Papel de la Inspiración y la Memoria

Un aspecto crucial a considerar es cómo funcionaba la transmisión de testimonios en la iglesia primitiva y el papel de la inspiración divina en la preservación de estos relatos.
Transmisión de Testimonios
Se basaron en lo que ellos mismos recordaban o en lo que les contaron testigos presenciales (Mateo y Juan probablemente en lo que recordaban, y Lucas y Marcos en lo que les dijeron testigos oculares). Esta diferencia en las fuentes explicaría naturalmente por qué tenemos relatos de eventos distintos.
Función del Espíritu Santo
Con la guía del Espíritu Santo, elaboraron su presentación de la vida y las enseñanzas de Jesús de una manera que cuadrara con su propio estilo literario y con el público al que se dirigían. Esto no implica que inventaran eventos, sino que seleccionaron y presentaron eventos reales según sus propósitos teológicos.
Implicaciones Teológicas y Espirituales
Reconocer que probablemente hubo dos unciones diferentes enriquece nuestra comprensión del ministerio de Jesús y su relación con las mujeres de su tiempo.
Diversidad de Encuentros con Jesús
Los dos eventos demuestran diferentes tipos de encuentros transformadores:
- Encuentro de Conversión (Lucas): Una mujer marcada por el pecado encuentra perdón y nueva vida a través del amor misericordioso de Jesús.
- Encuentro de Adoración (Betania): Una discípula fiel expresa su devoción y, sin saberlo, participa en la preparación profética para la muerte de su Maestro.
El Ministerio de Jesús hacia las Mujeres
Ambos relatos muestran la actitud revolucionaria de Jesús hacia las mujeres de su época, aceptando tanto a pecadoras arrepentidas como a discípulas fieles, valorando sus expresiones de amor y devoción.
Consideraciones Prácticas para el Estudio Bíblico

Principios Hermenéuticos
Al estudiar estos pasajes, es importante aplicar principios sólidos de interpretación:
- Contexto Literario: Cada relato debe entenderse dentro del contexto del evangelio específico y su propósito teológico.
- Contexto Histórico: Las diferencias en detalles pueden reflejar eventos genuinamente distintos en lugar de contradicciones.
- Testimonio Múltiple: La presencia de múltiples testimonios enriquece nuestra comprensión en lugar de crear problemas.
Aplicación Pastoral
Para pastores y maestros, estos relatos ofrecen ricas oportunidades para enseñar sobre:
- La diversidad de formas en que las personas se encuentran con Jesús
- La importancia del arrepentimiento y el perdón
- El valor de la adoración expresiva y el servicio sacrificial
- La inclusión de las mujeres en el ministerio de Jesús
Evidencia Arqueológica y Histórica
La investigación moderna ha aportado contexto adicional que apoya la posibilidad de eventos múltiples.
Prácticas de Hospitalidad del Siglo I
Los estudios arqueológicos confirman que la unción con aceites perfumados era una práctica común en la hospitalidad del primer siglo. Esto hace plausible que Jesús experimentara múltiples unciones durante su ministerio itinerante.
Geografía Palestina
La distancia entre Galilea y Betania, junto con los diferentes contextos sociales de estas regiones, apoya la idea de que eventos similares podrían haber ocurrido en diferentes momentos y lugares del ministerio de Jesús.
Conclusión
El análisis cuidadoso de los relatos evangélicos de las unciones de Jesús revela evidencia convincente de que fueron dos eventos históricos distintos, no versiones diferentes del mismo incidente. Esta interpretación honra tanto la precisión histórica de los evangelistas como la riqueza de los encuentros diversos que las personas tuvieron con Jesús durante su ministerio terrenal.
La diferencia entre testimonios de testigos presenciales (Mateo y Juan) y relatos recopilados (Marcos y Lucas) explica naturalmente por qué tenemos detalles de eventos diferentes.
Lejos de crear problemas para la fe, estos múltiples relatos enriquecen nuestra comprensión de cómo Jesús ministró a diferentes personas en diversos contextos, mostrando tanto su misericordia hacia los pecadores como su aprecio por la devoción de sus discípulos.
Reconocer dos unciones distintas nos permite apreciar más completamente la diversidad del ministerio de Jesús y evita forzar armonizaciones que pueden oscurecer las verdades específicas que cada evangelista quiso comunicar.
En última instancia, ambos eventos testifican del poder transformador del encuentro con Cristo y del valor que Él atribuye a las expresiones genuinas de amor y adoración, sin importar el trasfondo de la persona que se acerca a Él.



